Diario de Burgos

La automoción burgalesa produce a máximos

L.M.
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Las grandes compañías auxiliares dejan atrás los problemas por la falta de semiconductores y encaran un segundo semestre con buenas perspectivas y sin ERTE a la vista

Numerosas empresas están contratando trabajadores temporales. - Foto: Patricia González

Aunque el impacto del estallido de la pandemia -primero- y de la guerra entre Ucrania y Rusia -segundo- ha sido severo en toda la industria nacional, la auxiliar de la automoción ha vivido todo un desafío. El cambio de modelo a marchas forzadas para pasar de los motores de combustión a los eléctricos y la enorme demanda de piezas, especialmente semiconductores (microchips), han puesto en jaque a las empresas de todo el mundo.

La situación actual, no obstante, dista mucho de los graves problemas que azotaron a las compañías hasta hace unos meses. En el caso de las multinacionales que operan en Burgos, y por ende todas las que les prestan sus servicios, encaran un verano como no vivían desde al menos 2019. Así coinciden en afirmar desde los dos principales sindicatos, que aventuran que incluso el plantel de trabajadores eventuales está creciendo durante las últimas semanas. «La actividad en comparación con 2022 está claramente al alza, hay mucha más carga de trabajo y producción», apunta César Díez, secretario de Acción Sindical de UGT FICA.

El secretario provincial de Industria en CCOO, Juan Ignacio Ruiz, reconoce que los problemas de veranos pasados han desaparecido y no se prevén a corto o medio plazo. «Las fábricas de Burgos no tienen previstas paradas, ERTE o medidas de flexibilidad. Las previsiones son de normalidad absoluta», asegura. Aunque es cierto que algunos fabricantes todavía siguen registrando contratiempos, la inmensa mayoría ha logrado que sus líneas de ensamblaje recuperen el ritmo perdido en 2020.

(Más información, en la edición impresa de este miércoles de Diario de Burgos)