Diario de Burgos

La potenciación ferroviaria de Júndiz hunde más a Villafría

G. ARCE / Burgos
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Burgos no puede competir con las vías de ancho europeo de la terminal alavesa, ni dispone de espacio para vías de 740 metros y tiene crecientes problemas para ofrecer frecuencias estables de trenes

El Puerto Seco lleva meses perdiendo frecuencias de trenes, aunque está en negociaciones para revitalizar los tráficos. - Foto: Alberto Rodrigo

Villafría se hunde poco a poco en el mapa ferroviario nacional y sigue perdiendo oportunidades e inversiones multimillonarias fuera de la primera línea del Corredor Atlántico. Así lo ha puesto de manifiesto la reciente visita que el ministro Óscar Puente cursó al nodo logístico de Júndiz, la terminal ferroviaria de transportes de Vitoria, distante a apenas 100 kilómetros de Burgos, que en un año empezará a operar como uno de los nodos logísticos clave en el transporte de mercancías del norte de España a Europa y viceversa.

Tras recibir una inversión de 37 millones de euros en una primera fase, Júndiz será la primera terminal logística intermodal española adaptada para conectar en ancho estándar de vía al Corredor Atlántico, lo que salva el principal escollo para la libre circulación de trenes al continente. El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible espera licitar la explotación de la terminal vasca antes de un año, en el segundo trimestre de 2025. 

Las vías de ancho mixto aportarán una ventaja competitiva a Vitoria sobre el resto de terminales ferroviarias, pues facilitará un transporte transfronterizo de mercancías por tren a Europa desde el interior de la Península, lo que ahora se hace con camiones o a través de los puertos marítimos. 

Es decir, si Villafría puede mover mercancías a través de Bilbao, Barcelona, Valencia o Huelva, Júndiz suma la nueva conexión -más lógica y eficiente- con la frontera con Francia sin necesidad de pasar por puertos marítimos, a escala de autopista ferroviaria, lo que reducirá costes en los movimientos y aumentará el número de los mismos. A ello, sumará toda la tecnología necesaria para el seguimiento y gestión digital de todos esos tráficos.

«Júndiz adquiere una ventaja competitiva que le diferencia del resto. Burgos nunca ha movido mercancía por tren utilizando los intercambiadores de la frontera, siempre se ha servido de los puertos marítimos», explica Juan Carlos Martín, director general del Centro de Transportes Aduana de Villafría (CTBurgos). 

Así se explican los cuatro trenes diarios y los 50.000 contenedores que empezará a mover en un año desde Vitoria, cifra que se ampliará hasta los diez convoyes y 190.000 UTIS al año que se alcanzarán cuando el proyecto esté terminado. 

La terminal vasca, que espera recibir más de 100 millones en todo su proceso de modernización del Estado y también del Gobierno vasco, contará para estos tráficos europeos con vías de 740 metros de longitud, que facilitan los tiempos y los espacios de carga y descarga de trenes de mayor tamaño. 

El Puerto Seco de Villafría no dispone de espacio para estos tamaños, aunque tiene en proyecto ampliar en 100 metros de longitud una vía de 450 (550) y en 60 otra de 690 (550) para carga y descarga de trenes. Adif, tras medio año de retraso, adjudicó en febrero la elaboración de este estudio, que debe estar culminado en el plazo de un año.

Sí se ampliarán hasta los 750 metros los apartaderos de las estaciones de Quintanapalla y Briviesca, pero solo para permitir y agilizar el paso de trenes de mercancías más largos por la línea Madrid-Irún.

Faltan frecuencias. El desarrollo de las terminales de Júndiz y de Valladolid, nodo básico del Corredor Atlántico que estará listo para el verano de 2026 con una inversión de más de 60 millones de euros, coincide con un proceso de transición en el Puerto Seco burgalés. Actualmente solo mueve un tren semanal con Bilbao y este verano, excepcionalmente, gestionará hasta 2 por las obras en la vía que une Madrid-Santander y que han interrumpido su tráfico. 

CTBurgos está gestionando el cierre de dos trenes para este año desde el puerto de Huelva y desde el de Valencia. 

«La actividad ferroviaria en Villafría lleva meses descendiendo, a pesar de que hay mercancía suficiente para exportar enBurgos. Los exportadores necesitan, al menos, la seguridad de dos frecuencias fijas de trenes semanales que puedan suplir el tráfico de camiones. Hay que rentabilizar tanto la ida como la vuelta de estos trenes y eso no es fácil si no hay importación suficiente de mercancía hacia Villafría», reflexiona Martín, que trabaja con varios operadores ferroviarios para intentar agilizar estos tráficos y atraer mercancías al Puerto Seco. 

«Si no hay nuevas inversiones -cosa que sí está ocurriendo en otras terminales competidoras- Burgos perderá la carrera de la logística ferroviaria».

Pese a las dificultades, desde CTBurgos se trabaja en un proyecto para trabajar con cajas móviles en los trenes, que permiten un fácil manipulado por medio de pinzas y eslingas entre camión y vagón. Esta mejora, que aún está en estudio y que dependerá de operadores interesados en la misma, obligaría a cambiar las grúas móviles que operan en la terminal.

«Lo último que queremos -apunta el gerente de CTBurgos- es que las inversiones ferroviarias en nodos que compiten con Burgos animen el tráfico de mercancías por camión hacia estas terminales, restándonos potencial logístico. Sería una contradicción con los objetivos marcados por la Unión Europea de potencial el transporte ferroviario, más sostenible que la carretera». 

¿Qué tendrá la plataforma multimodal de Júndiz que le falta a Villafría?

1) Primera plataforma con vías de ancho mixto (dos de ancho ibérico y dos mixto de 650 metros, en una primera fase). Se contemplan has 6 vías de ancho mixto

2) Vías de carga y descarga de para trenes de longitud interoperable de 740 metros.

3) Servicios de autopista ferroviaria.

4) Seguimiento digitalizado de todos los tráficos.

5) Nuevo edificio de gestión.

6) Nuevos accesos y distribución interna para el tráfico de camiones.