Alquilar un piso, sacar un bono del autobús urbano o saber cómo llegar a la universidad pueden ser tareas complicadas cuando se aterriza en otro país europeo con una beca Erasmus. Sin embargo, miles de estudiantes que han dado este paso se han encontrado en sus destinos con voluntarios de la Asociación Erasmus Student Network (ESN) que les han ayudado en todo aquello que necesitaban y han sido sus verdaderos ángeles de la guarda a la hora de adaptarse a una cultura muy diferente de la suya.
Más de un centenar de miembros de esta Plataforma Nacional de 38 universidades españolas se han dado cita en Burgos para diseñar las estrategias de futuro que pasan por seguir fortaleciendo esta red de voluntarios con verdadera vocación europea. Muchos de sus integrantes siguen perteneciendo a la asociación local después de haber concluido sus estudios universitarios. «La labor fundamental es integrar a los estudiantes internacionales en la universidad local mediante actividades y ayudándoles en todo lo que necesitan y a su vez ayudamos a la UBU a promover la movilidad entre sus alumnos», señala la presidenta de ESN Burgos, Patricia Valverde.
La ayuda en muchas ocasiones comienza antes de que los universitarios de otros países lleguen a España para darles a conocer la disponibilidad de alojamientos y continúa durante toda su estancia con actividades para que se integren. «Muchos estudiantes eligen universidades en las que está la asociación para sentirse arropados. Puede ser muy abrumador llegar a un país con una cultura diferente, pero es una satisfacción ver cómo se van adaptando», añadió, al tiempo que recomendó la experiencia. «Es enriquecedor conocer otras culturas a todos los niveles y probablemente sea la experiencia más enriquecedora de sus vidas».
Castilla y León es una tierra hospitalaria y queremos que los jóvenes se queden»
La Asociación Erasmus Student ha tenido que ayudar a vencer las reticencias de algunas estudiantes que querían cursar un Erasmus en universidades más grandes y han acabado recalando en Burgos. «Al final se han marchado satisfechos por las oportunidades que ofrece esta ciudad en cuanto a formación, pero también por la posibilidad de ir andando a los sitios o beber agua del grifo», indicó Íñigo Santidrián, otro de los voluntarios.
La directora general del Instituto de la Juventud de Castilla y León, Estela López, fue la encargada de inaugurar la asamblea y destacó «el gran trabajo» que realiza esta asociación de voluntarios. «Esta es una tierra de oportunidades y queremos que los jóvenes se queden».
La vicerrectora de Internacionalización de la UBU, Ileana Greca, puso en valor el programa Erasmus mientras el concejal de Juventud, Fernando Martínez-Acitores, les invitó a disfrutar de la ciudad.