Diario de Burgos

Ampaf gastará 30.000 euros en adaptar la antigua sede del Ecyl

Ó.C. / Miranda
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La asociación busca el dinero con acciones solidarias, aunque no tiene fecha para el traslado. El local quedó libre en marzo, pero la Junta debe devolverlo al Ayuntamiento de Miranda para que lo ceda

Ampaf montó un puesto en fiestas de Nanclares de la Oca (Álava) hace unas semanas.

La asociación Ampaf trabaja en Miranda con 90 enfermos de fibromialgia. Desde hace años necesitan una sede, porque su actual ubicación se les ha quedado pequeña y esperan desde hace meses su traslado a la antigua sede del Ecyl. Mientras esperan a que la Junta de Castilla y León devuelva la lonja al Ayuntamiento y la administración local se lo pueda ceder, el colectivo trabaja para recaudar el dinero necesario para adecuar su nueva casa. El presupuesto que tienen sobre la mesa asciende a 30.000 euros y para conseguirlo realizan todo tipo de acciones solidarias, «porque como me gusta decir, en la cuenta estamos a menos diez», explica la presidenta Esperanza Muñoz.

El Consistorio anunció en marzo quién utilizaría el bajo que queda libre en Torre de Miranda. En este tiempo, Ampaf ha visitado las instalaciones para saber qué tipo de obras debía de ejecutar para adaptar el local, con el que solucionarán sus problemas de espacio. Según los cálculos del colectivo, el dinero cubrirá las tareas «para poner el suelo, las paredes y para hacer las estancias, porque la sede del Ecyl era un espacio diáfano», recuerda Muñoz, quien puntualiza que la parte más costosa implica la instalación del sistema de calefacción, porque el anterior era eléctrico «y no nos sale a cuenta», matiza.

Para conseguir los fondos, «este mes hemos hecho tres mercadillos», apunta Muñoz, que avanza que harán más acciones de este tipo, ya que la presidenta reconoce que el desembolso previsto «es un extra que nos viene muy gordo». En el colectivo admiten que «la asociación podría asumir la mitad del los 30.000 euros», aunque quedarían otros 15.000 que «pretendemos que sea lo que consigamos con las donaciones de la gente y también de las empresas a las que también hemos llamado», aclara.

La asociación reconoce los problemas de espacio de la actualidad, aunque no trabajan con un calendario sobre cuándo podrán terminar las obras y mudarse, porque llevan seis meses esperando a que acabe la burocracia necesaria entre la Junta y el Ayuntamiento para que puedan entrar los diferentes gremios. «Ya no tenemos ninguna previsión, pero cuanto antes mejor», desea Muñoz, que reconoce que el precio del alquiler de su actual sede lo pagan gracias a la subvención municipal, «por lo que eso no nos preocupa en exceso», al margen de la necesidad de ampliar las instalaciones.