La iniciativa del espacio temático Miranda al Futuro, que busca potenciar el turismo repartiendo por la ciudad una serie de atracciones relacionadas con diferentes medios de transporte, se presentó hace justo un año y ya tiene unas directrices claras. Dentro de la infinidad de propuestas que se incluyen en el plan director de este proyecto, impulsado por José Luis Solana desde la Fundación Galletas Coral y diseñado por la empresa Imandra, hay varias en las que se han dado los primeros pasos, como aquellas que necesitan ocupar recintos municipales. En ese listado se encuentra la estación de autobuses, cuyo edificio acumula años sin uso y se empleará para albergar diferentes piezas de interés.
En concreto, según describen fuentes conocedoras del proyecto a este periódico, la instalación cuenta con dos locales en la parte más cercana a la estación de trenes que jamás han tenido actividad. Esos lugares, tras una adecuación relativamente veloz y económica, podrán dar cobijo a una zona que sirva de antesala para el resto del espacio temático. En concreto, se colocarán dispositivos de realidad virtual, así como, proyecciones holográmicas y maquetas que recreen el conjunto de atracciones de Miranda al futuro.
Además, la estación también dispone de una amplia sala principal que apenas se utiliza. En ella, el espacio temático instalará un conjunto de máquinas de movimiento continuo o incluso péndulos que generen efectos hipnóticos. La clave de esta zona incluida en el proyecto general es que, precisamente, se alce como un punto que represente el movimiento a través de elementos tangibles, no con medios tecnológicos que generen una experiencia inmersiva, como ocurrirá en los habitáculos contiguos.
La iniciativa impulsada por la Fundación Galletas Coral, en realidad, se extiende por toda la ciudad. Las fuentes consultadas por este periódico añaden que el proyecto incluye una actuación en la segunda planta de la Plaza de Abastos, que ha generado incontables debates sobre sus posibles usos. En la actualidad este emplazamiento está ciertamente abandonado, pero cuando el espacio temático se desarrolle contará con tecnología puntera que, a partir de realidad aumentada, recree el mundo de la gastronomía mirandesa. Básicamente, el plan pasa por diseñar hologramas y emisiones tridimensionales interactivas que narren la historia de todos los elementos que dan forma a la cocina local. También sobre sus afamados chefs.
Esta segunda propuesta servirá para dinamizar todo el edificio. Es decir, mientras que en la parte superior se desarrollarán exposiciones interactivas, debajo se seguirá realizando la actividad comercial, que se verá beneficiada por el paso de posibles turistas. Y no solo eso, pues se pretende que el espacio también albergue actos de cocina en directo, entre otras cosas.
Ambos lugares serán solo dos de las decenas que habrá en total, aunque estos podrán agilizar sus trámites porque pertenecen al Ayuntamiento. Ahora bien, realmente, se pretende que el punto neurálgico de Miranda al Futuro sea la antigua iglesia de San Juan. Allí, como adelantó DB, se creará una zona inmersiva con proyecciones audiovisuales de temática itinerante. Eso sí, el bloque requiere de una amplia actuación y su plan será una realidad más tarde que el resto de espacios municipales, aunque el propio Consistorio dará el primer paso el próximo año, puesto que comprará las casas contiguas al templo para poder acometer la pertinente reforma global.