La séptima planta del bloque H del HUBU, la única del hospital acondicionada y diseñada de forma íntegra para mantener en aislamiento a pacientes con enfermedades infecciosas graves, se ha cerrado este verano; más de tres años después del inicio de la pandemia por coronavirus -en marzo del 2020- y una vez que la OMS la dio por finalizada, el pasado mayo.

La clausura de estas veinte habitaciones, que están preparadas por si fueran necesarias otra vez en otoño, representa en sí misma el final de una crisis sanitaria sin precedentes en cien años. Primero, porque su utilización era la única medida vigente de todas cuantas se adoptaron en el hospital en los primeros días de la pandemia y, también, porque por sus camas han pasado buena parte de los más de 6.361 pacientes con positivo en SARS-CoV-2 que, según la Consejería de Sanidad, ingresaron en el HUBU entre marzo de 2020 y finales de agosto de 2023.

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