Diario de Burgos

Urbanismo detecta una obra ilegal cada tres días en Miranda

ARSENIO BESGA / Miranda
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La Concejalía ya ha revisado más de 60 reformas, ruinas y solares descuidados, pero va a «seguir en esa línea» para «vigilar que se cumplan las normas». Algunas multas pueden superar los 10.000 euros

Imagen de una obra legal que se está realizando en Miranda. - Foto: A.B.

La configuración del nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de Miranda supuso cambios en distintos departamentos, entre los que está el de Urbanismo. Guillermo Ubieto, el líder de IU-Podemos, tomó las riendas de esa Concejalía y, poco después, inició una campaña de inspecciones para evitar cualquier incumplimiento de la normativa. Ese programa arrancó hace menos de dos meses, pero los técnicos ya han realizado más de 60 visitas a reformas, casas en ruina y solares descuidados. Dentro de ese total se incluyen 22 obras ilegales, por lo que han detectado aproximadamente un caso de este tipo cada tres días.

Las reformas realizadas sin licencia y que han recibido una inspección se reparten entre diez en las que el inmueble era una vivienda o una lonja, y otras tres en las que se trataba de un negocio, a las que se suman nueve intervenciones sobre las que aún no se ha cerrado el informe. Y esto solo acaba de empezar. El concejal, Ubieto, explica que «los trabajadores están haciendo un gran esfuerzo, porque esta labor conlleva mucho tiempo, pero se va a seguir esa línea para ir regularizando y corrigiendo las situaciones anómalas». Así, adelanta que «la vigilancia para que se cumplan las normas va a continuar, aunque se tiene la esperanza de que eso haga que cada vez sea menor el número de infracciones».

En cualquier caso, quienes optan por iniciar unas obras sin permiso se exponen incluso a multas bastante elevadas. El edil de IU-Podemos relata que «depende de la infracción, porque cuando si son trabajos menores en viviendas lo más normal es la regularización» y «cuando no son regularizables, la sanción puede ir de los 1.000 a los 10.000 euros si es leve, por ejemplo, al hacer una reforma en un local o en una lonja», aunque añade que «la instalación de algunas cosas no permitidas en terrenos rústicos podría ser grave y, por tanto, superar los 10.000 euros».

El concejal de Urbanismo, eso sí, aclara que la campaña no tiene «un ánimo recaudatorio», sino que «se ha intensificado la vigilancia porque las infracciones tienen consecuencias negativas». Ubieto enumera que «lo primero es que no se está cumpliendo la ley y lo segundo, que muchas obras afectan a infraestructuras públicas que tenemos que mantener con dinero de todos los mirandeses y es injusto», a lo que añade que «también se trata de evitar que haya problemas de seguridad, de abastecimiento en la red de aguas y de usos inadecuados de los terrenos».

Pese a todo, apunta que «con los datos sobre la mesa, lo que más inspecciones genera son los solares», puesto que 32 de las visitas se han centrado en este tema. El edil recuerda  que «era un problema que ya se venía analizando, porque muchos están desatendidos y generan molestias, por lo que había que actuar y se está valorando cómo hacer una ordenanza para atajar la situación». En relación con estos terrenos llenos de maleza y basura, apunta que «según la ordenanza de protección de los espacios también son multas elevadas, incluso si se limpian más tarde de lo requerido», aunque añade que en más de 20 parcelas los propietarios ya han emprendido acciones, como en las de la Plaza Porticada, donde Ubieto cree que «los dueños están colaborando con el Ayuntamiento».

El grueso de inspecciones lo completan los edificios en ruinas, que suman 9 expedientes. El edil comenta que se persigue «sobre todo que las entidades grandes se hagan cargo del uso adecuado y también proteger el patrimonio porque si la casa se cae, se pierde lo que esté dentro o junto a ella». Además, cree que «la seguridad de todos los vecinos» es otro argumento esencial para estas declaraciones de ruina, de ahí que ya se planteen estudios en las calles Carretas y Bilbao, donde el abandono de bloques ha hecho que «entren palomas y generen tanto insalubridad como molestias».