La Atención Primaria de Burgos entra en el verano sin haber alcanzado el objetivo de que, al menos, ocho de cada diez consultas con el médico se desarrollen cara a cara en el centro de salud. Así se constata en los datos oficiales de la Consejería de Sanidad disponibles en el portal de Transparencia, donde se especifica que la provincia cerró mayo con un 56% de presencialidad en la asistencia ambulatoria. Este porcentaje es genérico, pero entre los 37 centros de salud de Burgos -cada uno equivalente a una zona básica de salud- hay diferencias muy significativas: mientras que el Aranda Rural ya rebasa un 84,3% de presencialidad, los de Treviño, Villadiego y Miranda Oeste no llegan a la mitad. Tampoco lo consigue el de Los Comuneros, en la capital burgalesa.
Así, el arandino es el único de los 37 de la provincia que llega al verano con el objetivo de Sacyl cumplido. Hay otros que están muy cerca, todos en ámbito rural, como es el caso de los de Valle de Valdebezana (77,1%) o de Roa (75,7%), pero la carga asistencial de estos dos ambulatorios no es comparable con la de los capitalinos o con Aranda Rural. Y de ahí lo relevante del dato del espacio médico de referencia para todos los residentes en la comarca de la capital de La Ribera: tiene una carga igual o superior a la de otros de Burgos ciudad y sus datos de presencialidad van, desde hace meses, muy por delante.
Los datos oficiales de Sanidad con respecto a mayo son provisionales y en lo relativo a cifras concretas de consultas todavía parecen subestimados, por lo que esta información se ha elaborado a partir de los porcentajes, que se consideran extrapolables a mayor o menor número de visitas médicas.
En cualquier caso, en los datos oficiales se indica que la plantilla médica del Aranda Rural pasó en mayo 1.865 consultas y, de estas, 1.573 se desarrollaron cara a cara en el centro de salud. Esta carga de trabajo supera a la registrada en Las Huelgas, en la capital, donde Sanidad afirma que en mayo atendieron a 1.402 pacientes, de los cuales solo 696 fueron vistos físicamente en la consulta. Es decir, apenas la mitad.
Los casos de Roa o del Valle de Valdebezana son muy distintos, dado que también lo es la presión asistencial. En la zona sanitaria ribereña Sanidad afirma que se pasaron en mayo 1.205 consultas y 913, cara a cara entre el médico y el paciente (75,7%). Más alto todavía es el porcentaje en el centro de salud de Merindades, pero la carga de trabajo no tiene nada que ver con la de la mayoría de los centros de salud de la provincia, ya que en mayo, y siempre según los datos disponibles, los facultativos atendieron a 171 pacientes, de los cuales 132 fueron vistos en persona.
Esta tendencia se mantiene desde hace meses, ya que estos tres centros de salud son líderes en presencialidad desde hace meses.
En la ciudad, Santa Clara. Altos cargos de la Consejería de Sanidad llevan meses afirmando que la actividad en las consultas de Atención Primaria tiene que volver a ser lo que era antes de la pandemia, cuando se optó por restringir el acceso a los centros de salud. Máxime ahora, cuando ya ha pasado un mes desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretara el final de la emergencia sanitaria por el SARS-CoV-2.
Sin embargo, los once centros de salud de la capital parecen estar todavía lejos de alcanzar la meta fijada por Sacyl o las dinámicas previas a la pandemia. El porcentaje de presencialidad oscila entre el 59,7% y el 59,6% registrados en Santa Clara y en Las Torres, respectivamente. En sendos casos están a punto de conseguir que seis de cada diez peticiones de asistencia se desarrollen físicamente, lo cual supone una mejoría importante con respecto a los datos de invierno.
En estos dos ambulatorios la carga de trabajo es muy semejante, con 2.340 consultas pasadas en Santa Clara en mayo (1.398 presenciales) y otras 2.074 en Las Torres (1.237 cara a cara), según la Consejería de Sanidad.