Diario de Burgos

No habrá multas en la Zona de Bajas Emisiones hasta 2026

J.M. / Burgos
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Tal y como pretendía Vox, desde la instalación de las cámaras y de los puntos de control pasarán 18 meses hasta que se puedan poner las primeras multas

El inicio de la avenida del Arlanzón se restringirá a los vehículos sin etiqueta los días de gran contaminación. - Foto: Alberto Rodrigo

La negociación dentro del Gobierno de coalición sobre la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) supondrá no solo aceptar la petición de Vox para sacar de la misma a las calles San Esteban, Doña Jimena y una parte de Fernán González, sino que se traducirá también, a efectos prácticos, en un retraso en la entrada en vigor del llamado 'Burgos Central'. Y eso es así porque el texto consensuado en la ordenanza establece que no se podrá sancionar por la entrada de vehículos hasta que hayan pasado 18 meses desde la instalación de los puntos de control.

En el escenario más ágil de todos los contemplados, esos puntos de control con cámaras no existirán hasta finales de este año por lo que la Zona de Bajas Emisiones no tendrá efectos prácticos hasta bien entrado el año 2026.

Aunque el PP y Vox optaron ayer por el silencio, la convocatoria de urgencia de un consejo de administración del Servicio Municipalizado de Movilidad y Transportes (Smyt) para la tarde de hoy anticipa el acuerdo de los dos socios del Gobierno de coalición. No se entendería que los dos partidos se expusieran a mostrar este fracaso públicamente y aunque este asunto ha generado tiranteces indisimulables lo que se percibe en el ambiente es una pequeña crisis controlada.

En lo que también ha tenido que ceder el PP ha sido a algunas correcciones en la redacción de carácter «ideológico», según las definen personas próximas a la negociación, ya que Vox quiere evitar cualquier alusión que pueda vincularse al lenguaje de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Aunque en un principio el malestar partía de Vox, que dejó constancia de su malestar al informar el PP de la ordenanza sin haberla consensuado con ellos, en los últimos días la intranquilidad ha viajado hasta las filas populares. En el entorno de la alcaldesa no se oculta la preocupación porque se puedan perder los fondos europeos asociados a este proyecto y miran con recelo las exigencias de sus aliados en el Ejecutivo.

Lo que no se toca del llamado Burgos Central es que el tráfico, en los días en los que se excedan los límites de contaminación, no estará permitido para los vehículos sin etiqueta ambiental en las calles San Pablo (hasta la calle Miranda) y Valladolid (hasta plaza Vega), el puente San Pablo, la calle Santander o el inicio de la avenida del Arlanzón y de la calle Vitoria (hasta Gran Teatro).