Diario de Burgos

La Isabel I destinará 4 millones a la fase inicial de reforma

B.G.R. / Burgos
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Las estimaciones de la institución académica burgalesa pasan por comenzar en el curso 2024-2025 en previsión de la ampliación de su oferta

El ala Oeste del antiguo Seminario Mayor, que se adquirió en 2018, está distribuida en cinco plantas (cuatro más bajo). - Foto: Valdivielso

En el décimo aniversario de su creación, la Universidad Isabel I, con sede en el antiguo seminario de la calle Fernández González, mira con esperanza hacia el futuro ante sus perspectivas de crecimiento con la implantación de nuevos grados, pero desde una posición prudente marcada por las progresivas necesidades que se vayan creando. Sus expectativas pasan por el edificio aún sin uso que la institución académica adquirió, junto al cuerpo central, en el año 2018, y cuya rehabilitación prevé arrancar el curso 2024-2025, de forma pareja a ese horizonte temporal de ampliación de estudios superiores.

Desde su inicio, la recuperación de ala Oeste del inmueble está planteada por fases, con un presupuesto global de entre 10 y 12 millones que se mantiene a día de hoy, según explica el rector, Alberto Gómez Barahona. Se contemplan tres, con lo cual la primera supondría una inversión de 3 o 4 millones de euros y llevaría consigo la adecuación de en torno a 1.500 metros de un total de 5.000 distribuidos en cinco plantas (baja más cuatro). «Tenemos programado para, en función de los crecimientos, ir haciendo las inversiones», explica Gómez Barahona, quien remarca que lo importante es que «ya está todo planificado». «Estimamos que en el ejercicio 2024-2025 se inicie esa primera fase», manifiesta.

La distribución de usos de dicho inmueble ya está planificada en el proyecto básico. Así, se prevé disponer de un acceso directo al aparcamiento de la planta baja, donde se contempla ubicar la recepción, una cafetería y una pequeña área de terraza. De igual forma, se habilitarán dos despachos para emprendimiento, así como un tercero sociosanitario con consultas de nutrición o posología, según la información facilitada por la institución. 

La docencia ocupará el primer piso con aulas para albergar hasta 330 alumnos, mientras que en el segundo habrá una clase híbrida virtual-presencial con 18 pantallas y que también podrá utilizarse como sala para impartir clases magistrales, así como celebrar mesas redondas o coloquios. Además de estos usos, se prevén otros como la creación de una zona de audiovisuales, con estudios de grabación para 32 alumnos presenciales y la inclusión de una zona de trabajo colaborativo relacionado con esta especialidad. De igual forma, y en la ubicación más cercana al cuerpo central, se crearán salas de reuniones para el profesorado y alumnado, y una más dedicada a prácticas externas.

En lo que se refiere a las dos últimas plantas del edificio, la tercera se destinará a todas las secciones administrativas, planteándose también la ubicación de los departamentos de Calidad y Tecnología e Innovación y zonas de descanso acristaladas. Finalmente, la cuarta acogerá el Rectorado y los vicerrectorados, al igual que la asesoría jurídica y los decanatos de las 5 facultades que conforman el campus.

Paso a paso. Con este proyecto se asegurará el crecimiento de la Isabel I y se dará continuidad a las distintas actuaciones que se han ido materializando de forma progresiva desde su creación y posterior instalación en el antiguo Seminario Mayor. Desde que adquiriera este emblemático edificio, anexo al Hotel Abba Burgos, las inversiones se han ido sucediendo. Articulado en torno a tres cuerpos, el central ocupa una superficie de 4.000 metros cuadrados repartidos en cinco plantas, albergando los servicios centrales de la institución, tales como el Aula Magna, la biblioteca, los espacios informáticos propios de la enseñanza online, zonas de trabajo para docentes y un aulario.

La expansión del campus incrementó las necesidades, principalmente las referentes a la actividad investigadora y a las prácticas presenciales de los estudiantes. Por ello, en septiembre de 2018 estrenó su centro de I+D+i, al que destinó seis millones de euros para su rehabilitación. Hoy en día, alberga laboratorios, el Centro de Investigación de Ciencias del Deporte y el de Neurociencia y Ciberseguridad Aplicadas, entre otras instalaciones. El año pasado se procedió al acondicionamiento del ala Este para acoger al personal docente e investigador y al de administración y servicios de las facultades de Ciencias de la Salud, y de Humanidades y Ciencias Sociales.