El Ayuntamiento de Burgos resta las semanas para contar de nuevo con un jefe de asesoría jurídica en su día a día, un paso obligatorio para ganar ritmo en algunas cuestiones fundamentales para el correcto funcionamiento de la administración local. 

El anterior equipo de Gobierno asumió a finales del mes de abril la marcha del anterior responsable de este área, una salida que desde ese mismo momento se consideró «urgente» resolver. Aquello cayó como un jarro de agua fría tanto por la buena consideración que en el Ejecutivo local tenían de su desempeño profesional como por el amplio listado de técnicos municipales que dieron un paso al costado a lo largo del mandato.

Sea como fuere, lo cierto es que este movimiento ha ralentizado muchos procedimientos en los últimos meses. Y es que la labor del jefe de la asesoría jurídica no solo se centra en la defensa del Consistorio en los tribunales, sino que su participación es clave en otras áreas como Contratación al elaborar los informes necesarios en la aprobación de los pliegos y en la realización de las licitaciones.

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