Diario de Burgos

Ninguna comarca logra esquivar este año la desastrosa cosecha

R.E.M. / Burgos
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Con la recogida muy avanzada, se puede asegurar que toda la provincia 'sufre'. En Bureba o Arlanzón, que suelen tener los mejores rendimientos, se quedan al 50%. Y en Ribera caen a 1.200 kilos por hectárea

Las cosechadores todavía trabajan durante estos días por la provincia. En imagen, una máquina por la zona de Estépar. - Foto: Valdivielso

La cosecha ya se encuentra muy avanzada en la provincia de Burgos y a estas alturas se puede confirmar que ninguna comarca logrará esquivar la desastrosa campaña de cereal. Las primeras máquinas a principios de julio avanzaban sobre el terreno que las nefastas previsiones se iban a cumplir y al comprobar los últimos datos estadísticos que maneja el sector se demuestra que todas las zonas han resultado muy afectadas por culpa de la sequía. Los mayores golpes los sufren en Bureba y Arlanzón, dos puntos que siempre suelen obtener los mejores rendimientos, al quedarse con unas cifras que no alcanzarán ni el 50% de un año considerado normal. Y en Ribera también reciben otro duro varapalo al quedarse con la cifra más baja, con entre 1.100 y 1.200 kilos por hectárea, lo que significa hasta tres veces menos que un año bueno.

En esta ocasión apenas se recogerán unas 800.000 toneladas de trigo y cebada, uno de los peores datos históricos. El pasado año, que ya fue malo por el calor y la sequía, se llegó a 1,1 millones de toneladas. Inalcanzable parecen este momento números como los de 2021, cuando se sumaron 1,8. Así, probablemente, se convertirá en la peor cosecha del siglo, y solo se le aproximará la de 2017, con 882.000 toneladas. Al analizar comarca por comarca se evidencia que las cifras nada tienen que ver con campañas normales y en Odra-Pisuerga, Arlanza y Demanda el bajón también se aprecia con claridad. Solo Merindades logrará superar los 3.100 kilos por hectárea. Entre las propias parcelas ha habido zonas mejores y otras peores, ya que la falta de agua ha afectado de tal manera que ha generado irregularidades.

La campaña ha resultado «bastante normal» este año, a diferencia de lo que ocurrió el pasado verano, donde las elevadas temperaturas obligaron a parar más de un día y a hacer malabares para recolectar todo el cereal. «En lo referido al trabajo no ha habido sobresaltos, no hemos tenido incendios graves ni tampoco daños personales, que es lo más importante», explica Esteban Martínez, presidente provincial de Asaja, que además menciona que se ha desarrollado con gran rapidez debido a que «había poco que recoger» y eso ha generado que las máquinas hayan acabado antes. Susana Pardo, presidenta de la UCCL, no entiende que «hayan dejado a Burgos fuera de la sequía, solo como sequía media a la vista de los datos obtenidos, hablamos de un 50% de la bajada de producción».

Desde las organizaciones agrarias insisten en que todavía faltan por cosechar algunas tierras debido a que se está esperando a que acudan los peritos para realizar las pertinentes valoraciones por los daños sufridos. No le han faltado fenómenos adversos al campo. Además de la sequía, el granizo y las heladas han generado un continuo sufrimiento a los agricultores. Algunos incluso temían hace unos meses no poder meter las máquinas, como ha ocurrido finalmente en numerosas tierras destrozadas.

«Agroseguro todavía no ha venido a ver muchas tierras y creo que es algo que deberían perfeccionar, hay mucha gente que no tiene cosechadoras propias y se están dejando muestras... pero a ver cuándo vienen», comenta Cristian Martínez, coordinador provincial de Coag. En esa misma línea, Susana Pardo, presidenta de UCCL, expresa que preocupa que aún no se hayan valorado algunas dañadas desde hace meses. Martínez, por su parte, lamenta también el «ridículo» rendimiento obtenido y menciona que es el momento de aplicar la Ley de la Cadena Alimentaria

En otros cultivos hay datos dispares. La veza se ha dado «muy mal» y la media general de la provincia oscilará entre 400 y 700 kilos, en guisantes ha habido gran variación dependiendo de zonas (con hectáreas de 300 kilos a 4.000) y en colza la media se sitúa en 800 kilos. La patata «está como nunca», en muy buenas condiciones, y hasta ahora sin enfermedades. Una de las grandes esperanzas se localiza en los girasoles, ya están floreciendo y hay buenas expectativas.

Efectos en la ganadería. Los ganaderos llevan mucho tiempo demandando ayudas y soluciones, pero Burgos sigue año a año perdiendo cabezas. Y el mal estado del campo acabará repercutiendo, irremediablemente, al sector. La paja posee un precio desorbitado ante la falta en todo el país y sigue marcando récord semana tras semana. Ya se sitúa en 130 euros la tonelada, cuando hace solo un año estaba en 40. «Creo que no ha tenido un precio semejante nunca y hay que alimentar a los animales, los ganaderos son los eternos sufridores y vuelven a convertise en los grandes afectados de esta sequía», afirma Esteban Martínez, de Asaja.

Además de la falta de paja y de su elevado precio, se añade el problema de que tampoco cuentan con suficiente pasto para los animales por la falta de lluvias de este año. «Es un año muy atípico y complicadísimo para todos, más aún cuando se ha tratado de la campaña de siembra más cara de la historia», expone Gabriel Delgado, secretario general de UPA. Por otro lado, avanza que la nueva temporada resultará especialmente difícil y «a ver quién se atreve a asumirla» a la vista del coste que tendrá.