Diario de Burgos

El HUBU cita para analizar resultados antes de hacer pruebas

GADEA G. UBIERNA / Burgos
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Enfermos con necesidad de comprobar su evolución con estudios radiológicos se quejan de constantes retrasos. Atención al Paciente cada vez recibe más reclamaciones de este tipo

Solo en 2021, último año con datos oficiales, el HUBU tramitó 1.366 quejas por demoras en las citaciones. - Foto: Alberto Rodrigo

Un especialista del HUBU solicita en mayo un escáner (TAC) para comprobar la evolución de un paciente en una consulta a mediados de junio, pero he aquí la sorpresa: cuando el afectado acude a la ventanilla general de Citaciones, en el vestíbulo del hospital, constata que el volante indica que Radiología le hará el estudio solicitado en la primera quincena de agosto. Es decir, casi dos meses después de la visita en la que, supuestamente, debería examinarse esa prueba para, a partir de ahí, determinar su tratamiento. Este caso, real y motivo de reclamación formal, es cada vez más frecuente en el hospital. Y no solo por peticiones efectuadas en consultas del complejo, sino también desde Primaria y, sobre todo, a causa de estudios mediante imagen: ecografías, escáneres, resonancias...

De ahí que cada vez sean más las quejas de este tipo que debe tramitar Atención al Paciente: solo en 2021 (último año con datos oficiales) se presentaron en el HUBU 1.366 por temas relacionados con las citas o las demoras para consultas o pruebas. Y lo habitual es que este servicio consiga ajustar las fechas a la lógica. 

Sirva de ejemplo otro caso real y también motivo de reclamación, en el que un especialista de Primaria solicita a primeros de abril una ecografía urgente y el enfermo recibe -por carta- una cita para finales de septiembre. Atención al Paciente, en cambio, encuentra hueco en Radiología al día siguiente de presentarse la queja y, con respecto a la petición inicial desde Primaria, hay ocho días de demora en lugar de medio año.

La pregunta de los afectados que han contactado con este periódico para evidenciar la falta de coordinación entre los servicios sanitarios es por qué motivo el personal de Citaciones no puede hacer desde el principio lo que Atención al Paciente sí. Algo que ahorraría mucho papel, al reducir el envío constante de cartas con nuevas fechas de consultas y pruebas, y, a la vez, minimizaría la pérdida de tiempo de asistencia en la sanidad pública. 

Porque si el enfermo no se atreve a presentar una queja formal -o no está en condiciones de hacerlo por sí mismo y no tiene a nadie que tome la iniciativa- la situación que se presenta es que tenga que dejar pasar una consulta (la de junio) o la de una prueba diagnóstica (la de agosto). «Es de sentido común que la prueba tiene que estar hecha antes de la consulta que la demanda y no al revés», dice el paciente pendiente del TAC que debe revelar la evolución de su enfermedad, visiblemente molesto por una situación que, destaca, no es la primera vez que le sucede. 

Descoordinación. La descoordinación entre servicios del HUBU no es nueva y, de hecho, los propios especialistas invitan a los pacientes a presentar quejas para que quede constancia de un problema que dificulta la gestión del día a día.

Por ejemplo, hace tiempo que se advierte de que cada vez que un servicio adelanta una cita -pongamos, para una ecografía- el especialista que la demanda no tiene constancia de ello y puede darse el caso de que se provoque una espera innecesaria para conocer los resultados. Este periódico tiene constancia de demoras de este tipo de hasta ocho meses; tiempo que, al final, se redujo a dos meses por la mediación de Atención al Paciente.

Algo que se evitaría si las agendas de los distintos servicios pudieran sincronizarse de alguna manera.

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