Diario de Burgos

Burgos registra hasta mayo 2,4 fallecidos por cada nacimiento

L.M. / Burgos
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La provincia anota el número más bajo de alumbramientos desde que hay datos, mientras que 2023 escala como el segundo peor ejercicio en lo referente a las muertes tras el 2020

Entre enero y mayo el Instituto Nacional de Estadística (INE) tan solo ha certificado 795 nacimientos, la cifra más baja desde que hay datos. - Foto: Luis López Araico

Ni los números ni la estadística mienten: el crecimiento vegetativo en la provincia de Burgos durante los primeros cinco meses del año es negativo. Entre el 1 de enero y el 31 de mayo el INE ha notificado, en base a los datos que ofrece el Registro Civil, 2,4 fallecidos por cada nacimiento. El dato es levemente mejor que a nivel regional, ya que en Castilla y León la diferencia alcanza los 2,5 muertos por cada nacimiento. En España el margen se reduce hasta los 1,4.

Las 1.898 muertes certificadas por el organismo público se quedan muy lejos de los apenas 795 alumbramientos. La tendencia a la baja en relación a los nacimientos y al alza en cuanto a los fallecimientos sigue castigando demográficamente a la provincia, especialmente en el medio rural. Los cinco primeros meses del 2023 han sido en lo referente a la llegada de nuevos burgaleses al mundo los peores desde que hay registros.

La cifra, que nunca había bajado de los 800, se ha quedado por debajo -el ejercicio más trágico era hasta ahora 2022 con 843 nacimientos- y tiene todos los visos de continuar a la baja en los próximos cursos. Todo ello pese a que enero arrancó con una subida del 7% sobre el año anterior. Sin embargo, febrero cerró por debajo de los 125 pese a que nunca había anotado menos de 150.

Entre enero y mayo el descenso en comparación con ese mismo periodo de 2022 es del 5,73%. Burgos es una de las provincias más castigadas, aunque hay otros territorios como Teruel (-18,8%), Palencia (-17%) o Ávila (-11,1%) que salen peor parados. En el conjunto de Castilla y León la Comunidad registra 4.980 nacimientos, el peor dato desde que hay estadísticas y un 3,79% menos que en 2022. A nivel nacional, España anota 129.306, la cifra más baja de los últimos siete años y un 2,29% menos que hace exactamente doce meses.

Este panorama se une al incremento de los fallecidos en la provincia. El número, que no obstante se queda muy lejos del anotado durante 2020, curso que estalló la pandemia, se coloca como el segundo ejercicio más trágico desde que el Instituto Nacional de Estadística lleva las cuentas por provincias. Las 1.898 muertes notificadas por el Registro Civil hasta mayo suponen un 4% más que las del 2022, aunque no se acercan a las 2.104 de hace tres años.

Líderes también en lo malo. Burgos es uno de los territorios del país en el que más crecen los fallecidos en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior: tan solo Toledo (+10,9%), Huesca (+7%), Zaragoza (+6,48%) y Ávila (+4%) superan a la provincia castellana.

En Castilla y León, por contra, las muertes acumuladas entre enero y mayo descienden un 5,78%, colocando este 2023 como el mejor del último lustro. Parte de esa 'culpa' la tienen enclaves como Salamanca, León, Valladolid, Soria o Palencia, que disminuyen los fallecimientos en tasa interanual entre un 8% y un 11%. En el conjunto del territorio nacional el INE certificó la muerte de 187.662 personas.