El Ayuntamiento de Miranda está avanzando con la principal obra que tenía prevista para este año, la de la calle Arenal y un pequeño tramo de El Cid, que fue adjudicada por 1,2 millones de euros. Sin embargo, cuando prácticamente falta un mes para terminar el curso, todavía acumula otros tantos proyectos sin ejecutar. En total, la administración municipal de la ciudad del Ebro tiene inversiones pendientes valoradas en más de un millón de euros, algo que ya ocurrió durante el ejercicio pasado, cuando cerró diciembre con una cifra muy similar. 

El listado de obras o adquisiciones que no se han empezado a materializar este año es bastante largo, pero hay una de ellas que destaca por encima del resto. Se trata de la reforma en la sede de la Policía Local. Esta inversión se valoró inicialmente en unos 330.000 euros, pero la licitación quedó desierta y hace unas semanas el pleno municipal acordó destinar otros 88.700 euros para atraer a alguna empresa que acepte el proyecto. Por el momento, el Ayuntamiento todavía no ha publicado el nuevo procedimiento para adjudicar los trabajos, aunque los nuevos pliegos ya están cerca de ser completados.

En segundo lugar se encuentra la reforma del abastecimiento de Ayuelas, que acumula ya varios años en la agenda del Consistorio, pero no se llega a materializar. De cara al presente curso se preveía una inversión superior a los 210.000 euros, aunque no va a ser una realidad. Es más, puede que ni siquiera llegue a completarse la obra durante el próximo ejercicio, dado que en la actualidad existe un conflicto con algunos propietarios de Santa Gadea del Cid y de Bozoó que muestran sus reticencias ante la expropiación de terrenos que se necesita para mejorar la situación de la pedanía mirandesa.

Muy lejos de ese lugar, en Bayas, se sitúa el tercer punto que más gasto pendiente acumula: el pabellón Multifuncional. Hace ya varios años que la administración local de la ciudad del Ebro pretende cambiar la cubierta de estas instalaciones para evitar filtraciones de agua, sin embargo, el plan ni siquiera se ha licitado. Es decir, los más de 100.000 euros que estaban presupuestados para esta reparación parece que se quedarán en el cajón hasta 2024, como ocurre con otras intervenciones previstas.

Por ejemplo, la máquina lavacontenedores valorada inicialmente en unos 147.000 euros aún no está en las calles. Y tardará en verse, puesto que, según ha podido saber este periódico, el aumento generalizado de los precios también ha tenido efectos en este sector y ahora su coste podría incrementarse hasta los 165.000 euros. Tampoco se ha observado por la ciudad al nuevo vehículo de la Policía Local, pese a que las patrullas que actualmente utiliza el cuerpo acumulan, como mínimo, 100.000 kilómetros de rodaje.

El departamento de Seguridad Ciudadana, precisamente, era uno de los que más se iba a beneficiar de las inversiones ideadas de cara al presente año. No obstante, al retraso en la obra de la sede de la policía y a la falta de un nuevo coche para el cuerpo se han sumado otras dos carencias. Por una parte, el Ayuntamiento mirandés no ha levantado la pretendida torre de Bomberos en el parque situado dentro de Las Californias. Por otro lado, tampoco se ha materializado la instalación de cámaras de seguridad a lo largo de las calles de la ciudad, una idea que surgió hace ya más de dos años, cuando unos vándalos prendieron fuego a la zona de los columpios del parque Antonio Machado.

Los técnicos municipales están trabajando para preparar los pliegos de ese último proyecto, que depende del departamento de Obras.  Su asignación presupuestaria asciende a 50.000 euros, aunque el concejal, Adrián San Emeterio, todavía no ha avanzado cuántas cámaras podrán comprarse finalmente, pero sí ha adelantado que se centrarán en controlar el tráfico en el área situada entre la 'M' y el Casco Viejo.