Alicia y Javier lo van a tener difícil para olvidarse de su aniversario. Es verdad que ya era complicado porque la pareja que ha dado a luz al primer niño de 2024 en la capital se conoció en una fiesta de Nochevieja, un amanecer -el de Año Nuevo- lo suficientemente significativo como para que no haya opción a lapsus. Pero la coincidencia ahora con el nacimiento de Aday Requena Saiz, su segundo hijo, haría ese olvido imperdonable.

Una vez que ya ha nacido podemos decir que el pequeño quería compartir con sus progenitores esa fecha. Porque opciones ha tenido de llegar antes y sin embargo ha esperado. Hace una semana le realizaron a la madre la maniobra de Hamilton, un método que busca provocar el parto en 24 o 48 horas cuando, como en el que caso de Aday, el bebé es grande. Pero nuestro protagonista, que ha pesado 4,75 kilos y mide 53 centímetros, se resistió a que su cumpleaños fuese el día de los Inocentes. Por eso sus padres, dando por hecho que llegaría cuando él quisiera, se reunieron en Nochevieja con la familia como cualquier otro año por estas fechas.

«Ayer nos levantamos a eso de las ocho de la mañana y Alicia enseguida dijo que ese iba a ser el día. Como vivimos en el G-3, fuimos andando al hospital una vez que la abuela se acercó a casa para quedarse con Joel, nuestro otro hijo de 13 meses y medio. Luego todo fue bastante rápido. Ingresamos en el HUBU a las 10 y nació a las 10:54. No dio tiempo ni siquiera a que llegara el anestesista para la epidural», repasa el padre, demostrando lo claro que lo tenía el pequeño, que incluso se adelantó a otros dos bebés cuyas madres ya estaban en el paritorio.

«Todo el mundo nos lo decía. Después de que no llegara con lo de la maniobra de Hamilton nos imaginaban empujando con las uvas o saliendo en el Diario... Y han acertado con lo segundo», dice entre risas Javier, natural de un pueblo de León, Navianos de la Vega.

El nombre de Aday lo han elegido porque es corto y poco habitual, «además de tener raíces canarias como mi mujer». Porque aunque Alicia es de Burgos, su abuelo por parte de madre procede de las islas. Ella, que atiende a la conversación desde la cama, asiente feliz con risas al otro lado del teléfono.