El sector de las agencias de viajes independientes mira ya a los meses de otoño e invierno después de haber vivido un verano no tan favorable como el que esperaba y que atribuye al efecto de las elecciones y a la incertidumbre tanto política como económica. El colectivo reconoce que la sensación de inseguridad se mantiene, si bien ha notado un incremento del volumen de clientes que solicita presupuesto o reserva un destino para el último trimestre del ejercicio, percibiendo en este sentido una recuperación de los recorridos internacionales cuya venta se mantenía ralentizada hace ahora un año al sufrir todavía las consecuencias que trajo consigo la pandemia.

Los burgaleses han comenzado ya a acercarse a estos negocios para pedir información de cara al puente de diciembre y a las navidades. «Por ahora, estamos haciendo presupuestos, aunque luego cuesta materializar la reserva», explica Gema Alonso, vicepresidenta de la patronal (Abeav), quien sitúa los tradicionales mercadillos de Alemania, Alsacia o Austria entre los viajes más demandados para la primera fecha y las islas Canarias y el Caribe en el caso de la segunda.

La antelación en la compra es una buena señal para las agencias, además de que Alonso considera que resulta muy beneficioso para el viajero por cuanto le permite asegurarse una plaza y conseguir tarifas más asequibles. Esta misma interpretación la extiende a las reservas para el otoño, con salidas «completas» a Egipto confirmadas hace tiempo, o un creciente interés por Jordania y los cruceros. En el lado nacional, los destinos elegidos por los burgaleses para esta estación son la costa de Cádiz y Galicia.

«Aunque sea con cuentagotas, seguimos vendiendo viajes y eso nos anima porque no estamos parados», subraya la representante de la Asociación Burgalesa de Empresarios de Agencias de Viajes. No obstante, prefiere mostrarse cauta en lo que a la previsión de resultados de este ejercicio se refiere, que no «podemos hacer noviembre». Al respecto, insiste en que se trata de un sector vulnerable a cualquier acontecimiento que se produzca tanto en el país como en el exterior, como en su momento ocurrió con la guerra de Ucrania o este año con las elecciones generales de julio.

En cualquier caso y transcurridos ya siete meses de 2023, Alonso aventura que el cierre de esta anualidad será mejor que el de la pasada, teniendo en cuenta que los precios han subido entre un 20 y 25% y ya se ha notad el impacto en el bolsillo del ciudadano. Menos optimista se muestra a la hora de realizar la comparación con 2019: «No creo que lleguemos a esos niveles».