Diario de Burgos

Poza pagará 11.000 euros al año por instalar un cajero

S.F.L. / Briviesca
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La villa se unirá a Briviesca, Frías y Oña en el listado de los únicos municipios de la comarca que disponen de maquina expendedora de dinero. Comerciantes y vecinos lo agradecen

La sucursal de Ibercaja tan solo opera los lunes por la mañana en Poza de la Sal. - Foto: S.F.L.

Una consecuencia imprevista de la crisis financiera fue que la banca comenzó a cerrar oficinas en la España vaciada. Poza de la Sal fue una de esas localidades que además de perder población se quedó sin cajero, un hecho que generó gran idignación entre los vecinos. Durante los cuatro años que Domingo Núñez ha permanecido en la oposición ha insistido en que se instalara uno. Entonces no lo consiguió. Sin embargo, según tomó posesión como regidor en junio se puso manos a la obra y ya ha firmado un contrato con Ibercaja para la instalación y mantenimiento de una máquina expendedora de dinero «los próximos días». Ello supondrá un esfuerzo económico de 11.000 euros anuales «necesario para todos», comenta el político. 

Con 284 censados a 31 de diciembre de 2022, la villa es conocida en la provincia y otras regiones por sus salinas, su casco histórico medieval, su castillo y el amplio programa de actividades culturales y de ocio que organizan a lo largo del año. «A los bancos ya no les sale rentable quedarse en un lugar así y llevan años recortando en la red de sucursales», declara. Hasta 2019 en Poza había una oficina de Ibercaja (que continúa operando los lunes por la mañana) y una segunda de CaixaBank. Ambas atendían a los residentes en sus gestiones: abrir cuentas, pagar impuestos, retirar dinero... Así fue hasta que el terremoto financiero acabó con gran parte del servicio. La entidad bancaria cerró su ventanilla y el cajero automático, y a cambio puso en funcionamiento una furgoneta que visita varios municipios. 

La inminente puesta en marcha del cajero ha levantado expectativas entre unos habitantes que se olvidarán de tener que coger el coche para trasladarse a Oña o Briviesca simplemente a sacar dinero. «Hay muchas personas, sobre todo mayores, que no lo pueden hacer», asegura Núñez. Benjamín considera que «todo bien que se lleve a cabo en la localidad es poco» y asegura que «muchos vecinos agradecerán disponer de la nueva instalación las 24 horas del día sin la preocupación de cuadrar horarios para sacar dinero». Juan Martín, propietario de una fábrica de embutidos y una carnicería, mete prisa al Ayuntamiento para que «lo coloquen ya. Me parece un servicio esencial en la villa y creo que repercutirá en que mejoren las compras y que la gente esté más cómoda, porque soy consciente de que hay personas que se cortan a la hora de gastar porque apenas hay opciones de sacar».

Situación en la comarca. Con el funcionamiento del servicio, la comarca burebana dispondrá de nueve cajeros automáticos fijos repartidos entre Poza de la Sal, Briviesca, Oña y Frías. Monasterio de Rodilla perdió a la vez que la villa salinera el suyo. En la ciudad fredense se ubica una oficina de Ibercaja que únicamente abre un día a la semana -los jueves- desde hace años. Antiguamente operaba de lunes a viernes, pero el descenso de la población provocó que el servicio se viera reducido casi por completo, aunque la máquina expendedora se ha mantenido. En su momento, el Ayuntamiento contactó con la entidad bancaria y la respuesta que recibió fue que no se trataba de un servicio rentable y que los vecinos tendrían que operar de manera online o en el cajero.  

La villa condal sí ha conseguido conservar la oficina de CaixaBank, la cual atiende a diario, y la de Ibercaja, aunque cierra los jueves; mientras que la capital burebana tiene abierto al público oficinas del BBVA, el Banco Santander, la Caja Rural, Ibercaja y CaixaBank. Tanto a Cubo como a Busto de Bureba acude una oficina móvil de CaixaBank dos veces al mes para que los vecinos realicen sus gestiones.