El primero de los nueve temas con los que contará el nuevo disco de Blanca Altable, Las formas del agua, suena como una danza que levita sobre el suelo árido mientras pide que florezca la lluvia. Como un mantra acústico que canta una rogativa para que el líquido que nos nutre, tanto por dentro como por fuera, deje de escasear. Como una deliciosa y suave canción que juega con el estado acuoso, con el fluir del líquido y la vida que genera. Inbocacción es también, según la propia compositora, «una danza de lluvia, una sugerente invitación a lloverse, fluirse y florecerse».

El vídeo grabado en el geoparque de Las Loras se publica mañana en las plataformas digitales, pero desde hoy se puede ver y escuchar en la página web de Diario de Burgos, donde se estrena. El tema sirve para abrir boca sobre un compacto que hace del agua su musa. «Soy muy de tierra, pero me encanta el agua. Me emociona como sustancia al margen de lo místico que se le pueda atribuir. Sin agua no hay vida y me interesa cómo funciona, sus propiedades químicas y físicas y el hecho de ser conscientes de que somos agua», reflexiona.

Altable ha elegido Inbocacción para presentar el disco que saldrá publicado el 16 de noviembre porque la canción alude a la lluvia, algo que imploramos en un año de sequía: «Estábamos en primavera y ya se hablaba de los niveles de los pantanos, así que me propuse hacer algo para invocarla. Y trabajando sobre ello es cuando pensé en el juego de palabras de In-boca-acción, porque según lo que digas o pidas puede o debes hacerlo realidad», añade refiriéndose también a la lluvia interna, el fluir que nos nutre, y a esos deseos en voz alta que se pueden cumplir.

Blanca Altable avanza con ‘Inbocacción’ el primero de los nueve temas que dan vida al CD ‘Las formas del agua’, que se publica el 16 de noviembre. - Foto: Diego Beabesada

Con esa idea suena la voz de Coco Moya, integrante del dúo Menhir junto a Iván Cebrián, que recita al final del tema me lluevo, me florezco. La colaboración con este grupo de música electrónica es, por otro lado, fundamental para dar vida a Inbocacción. «Con la artista plástica Coco Moya coincidí de Erasmus en Venecia y mantenemos una gran amistad. Me apetecía hacer algo con ellos porque como grupo ambient me encantan. Era un reto llegar a un territorio común sin perder la esencia con la que nació la canción. Y creo que el resultado es bueno».

El tema lo grabaron en el estudio de Menhir en Cercedilla (Madrid) y luego ha sido masterizado por Samuel Peñas. En el vídeo la música (y el agua) fluye entre el violín de Blanca Altable, la voz de Coco Moya, la danza de Estrella Marín y la estética mirada de Diego Beabesada. 

Respecto a Las formas del agua, está conformado por 9 temas que según Altable se distinguen del anterior trabajo por una mayor percusión, un ritmo más bailable y sobre todo por una producción enormemente elaborada. «Mientras Somos polvo estaba compuesto en el confinamiento y era solo mi violín y yo, en Las formas del agua hay un trabajo mayor para el oyente. Uso el violín octavado que amplía la potencia y todo está mucho más pensado, aprovechando  el ordenador, las voces y la percusión».