La de comercial es la profesión más demandada en España a tenor de las ofertas de empleo que se publican. Son casi el 30% de todas las de Castilla y León, por ejemplo, la tercera comunidad, por cierto, en la que más se solicita este tipo de empleo. Hacen falta vendedores cualificados en todos los sectores. Y según el Grupo Adecco, autor del estudio, una de las profesiones para las que menos formación reglada existe.

En general no somos un país muy dado a vender, y no solo porque expulsáramos a los judíos, artífices de la versión crematística de España pasada por la piedra del hidalgo español. Lo somos en la misma medida en que, por ejemplo, vituperamos el beneficio, esa afición tan veterana de denostar el lucro. Al igual que nuestra afición por la propiedad, sea de la casa o del empleo, especialmente si éste es público.

Afortunadamente las nuevas generaciones traen nuevas prácticas, aún no convertidas en rutinas, pero en progresivo afianzamiento: hay que saber vender y entender ésta como una profesión con proyección es asunto pendiente. Demasiado lo sabemos por aquí cuando nos lamentamos con esa expresión tan manida de "no saber poner en valor lo nuestro" o con el trabajo que nos cuesta construir productos para venderlos, con esa cierta incompetencia del que, al no saber vender, no sabe producir lo que deba ser vendido.

Viejos temas, viejos debates. Pero, vistas las cifras que acabamos de conocer, asunto de relevancia, de importancia capital, porque en el hecho de cubrir el "gap" del 30% entre oferta y demanda de empleo hay mucho producto en juego. Y sobre todo, en manos de esos comerciales que no se encuentra estarían los sectores más prósperos, aquellos en los que hay más creatividad, de los que dependen actividades en curso de proyección y progreso.

¿Hablamos de ello? ¿Debatimos sobre sus causas, consecuencias, soluciones? Está la cosa patria tan cansina que necesitamos como el comer abrir debates nuevos.