El Plan de Prevención y Gestión de Residuos diseñado por el Ayuntamiento de Burgos para el ciclo comprendido entre 2021 y 2026 avanza en su planificación, una hoja de ruta que centrará parte de su estrategia global en el desarrollo de la recogida neumática de residuos.

Aunque las grandes actuaciones previstas desde hace años para expandir este sistema por la ciudad aún tendrán que esperar, la administración local pondrá en marcha la primera fase de la programación. Esta se centrará en la adaptación de los buzones ya existentes con el fin de modernizar la gestión y mejorar la recogida con la cuidada separación de las fracciones.

Esto también supondrá la adaptación de la planta ubicada en el barrio San Pedro y San Felices. «Se trata de mejorar el proceso actual», explica el concejal de Medio Ambiente,Carlos Niño.

Este proyecto de ampliación de los buzones para dar respuesta a todos los segmentos (papel y cartón, envases de plástico, orgánicos y resto) permitirá cambiar el sistema de recogida establecido en la última década. De hecho, el Plan de Prevención y Gestión de Residuos redactado en el mandato anterior considera «imprescindible» el correcto tratamiento de los residuos domésticos.  

Por eso, la adaptación del sistema actual es un buen punto de partida. El Ayuntamiento de Burgos invertirá 900.000 euros en la instalación de nuevos buzones en los puntos ya existentes, una actuación que tendrá un plazo de ejecución previsto de seis meses y que también traerá otras mejoras paralelas en la red actual. 

Incluido en la modificación presupuestaria y a la espera de su publicación, el proceso administrativa avanzará en los próximos meses y el Ayuntamiento considera que los trabajos comenzarán antes de que finalice el año en curso.

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