Diario de Burgos
Iñaki Elices

Iñaki Elices


Las barracas, ni un año más así

30/06/2024

A algunos concejales del Ayuntamiento les sorprendieron, para mal, las declaraciones que hicieron los barraqueros a este periódico mientras montaban sus tómbolas, sus puestos de comida y sus carruseles. Dijeron una obviedad, que Burgos tiene el peor recinto ferial de toda España. Servidor no ha ido ciudad por ciudad analizando las condiciones en que trabajan estos profesionales de la diversión, pero con ver el lugar donde ahora se asientan, en el polígono de Villalonquéjar, no es muy difícil adivinar que si no es el peor espacio de todo el país sí se sitúa en el 'top 5'. La capital ha sido incapaz de dar solución a un problema casi secular y los representantes políticos, con su desinterés, han despreciado a unos empresarios que, pese a su vida nómada, merecen todo el respeto del mundo. También lo merecen los habitantes de esta ciudad, que han visto cómo las barracas pasaban por la Milanera, se asentaban en el polígono docente y, más tarde, se alejaban a un polígono industrial.  

Al menos este equipo de Gobierno ha tomado la iniciativa de construir un gran recinto ferial, al que ya ha puesto nombre: Expobur. En sus exteriores es donde se ubicarán los feriantes, aunque vaya usted a saber cuándo, porque la maquinaria municipal no es que funcione a una gran velocidad. Pero esa es la solución. Porque las barracas no pueden seguir representando un problema para los vecinos de las zonas donde se emplazan. Los habitanes de la barriada de los Ríos, Francisco de Vitoria, etc, ya vivieron su particular calvario cuando les tocó la china, durante unos cuantos años. Antes habían sido los de La Milanera y ahora son los de Villatoro. No solo es el ruido o el paso de gente, son los atascos que se montan tanto en los días en que están abiertas las barracas como antes, cuando empiezan los preparativos. Aunque sea para quince días, estos empresarios son merecedores de un espacio digno, al menos como el que disfrutan los autocaravaneros que pasan por la ciudad. Y quienes gustan de ir a subirse a los coches de choque, de comerse unos churros o de jugarse unos dardos deben contar con un aparcamiento digno o con unos urinarios donde no coger ninguna enfermedad. Pues eso.