Diario de Burgos
Marian Peña

Observando al Mundo

Marian Peña


No solo existe Atapuerca

03/07/2024

Burgos cuenta con un rico patrimonio compuesto por localidades, edificios, monumentos, tradiciones, yacimientos arqueológicos y museos que constituyen una importante fuente de atracción turística, clave para el mantenimiento de la actividad económica y cultural en muchos pueblos. La joya por excelencia son los yacimientos de la Sierra de Atapuerca y todo lo que se desarrolla a su alrededor, aunque no son los únicos que destacan en nuestra provincia.

En la comarca de La Demanda, el Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas de los Infantes lleva tres décadas trabajando para rescatar y poner en valor los cientos de icnitas, parte de ellas declaradas Bien de Interés Cultural, y los miles de restos fósiles de dinosaurios, algunos únicos en el mundo, que existen en la zona. Parte de ellos se exponen en el Museo de Dinosaurios de la localidad, de titularidad municipal, y muchos más se amontonan en otros edificios ante la falta de espacio en el mismo y de financiación para ampliarlo. A pesar de su importancia, potencial y proyección nacional e internacional, la suerte de este proyecto no corre pareja ni de lejos al de la comarca de los Juarros, en buena medida por la falta de apoyos de todo tipo por parte de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, actualmente en manos de Vox. 

El último varapalo llegaba hace unos días con la aprobación de la Ley de Patrimonio Cultural de la Junta que elimina la protección a cualquier tipo de fósil que no esté relacionado con la evolución humana, lo que deja fuera a los dinosaurios. No acaban aquí las malas noticias. También el equipo de gobierno del Ayuntamiento salense, única administración que junto con la Diputación ha venido apoyando y financiando el proyecto, comienza a darle la espalda, ya que ha dejado ver su intención de sacar de la plantilla de trabajadores municipales el puesto de restaurador del Museo, indispensable para garantizar su continuidad. La decisión sorprende aún más porque hace solo un mes que el consistorio aprobaba en sus presupuestos una importante partida para comenzar la construcción de un almacén y un taller-laboratorio para que, entre otras cosas, el restaurador que ahora quieren eliminar trabaje con mayor comodidad y espacio. Pierde Salas y perdemos los burgaleses.