Diario de Burgos

«La gente sale por la tarde, no a las 2 de la mañana»

C.M. / Burgos
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La Asociación Burgos Sale celebra la decisión tras el cambio de hábitos de ocio y la inversión en insonorización de locales

Imagen de burgaleses disfrutando del ocio nocturno en dos de las calles que dejarán de tener la calificación de ZAS. - Foto: Patricia

Casi nadie toma ya copas a las dos de la mañana, lo hace a las siete de la tarde. Nos estamos europeizando y no nos ha quedado más remedio que hacerlo. Con esta reflexión de Marian Huertos, presidenta de la Asociación Burgos Sale, el sector celebra que el Ayuntamiento haya decidido revisar las Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) ante el cambio en los hábitos en el ocio nocturno, del que Burgos tampoco se ha escapado. 

De hecho, era una demanda que desde hacía tiempo llevaba reclamando el colectivo al Ayuntamiento debido a que la actual medición se realizó hace más de una década. Además, durante este tiempo los negocios han hecho importantes inversiones en la insonorización de los locales e instalado medidores de ruido. «El sector se ha profesionalizado mucho y ha realizado inversiones en sus negocios para reducir el ruido. Ya no emitimos al exterior y el ruido puede venir de las personas que están en la calle», apuntó Huertos, al tiempo que indicó que en algunos casos como la calle San Juan únicamente tiene un establecimiento de estas características, y en Bernardas muchos han ido echando la persiana. «La última licencia de pub que se dio en la ciudad fue en la calle Santocildes y ya hace años que cerró».

En este sentido, considera necesario que el Ayuntamiento vigile otras zonas en las que se han ido acumulando negocios de hostelería y, por lo tanto, el nivel de ruido ha podido crecer como San Lorenzo, Sombrerería o la Paloma como consecuencia del trasiego de personas. «Cada vez hay menos pub y más bares o restaurantes de día. La gente se retira antes a casa», insistió.

Desde la Asociación Burgos Sale se pide más control contra el botellón, dado que en su opinión es una práctica que provoca molestias a los vecinos, mientras los negocios cumplen con los horarios de cierre. El sector, de la mano de la Federación de Empresarios de Hostelería, ha presentado alegaciones a una rebaja de la hora de cierre en verano que propone la Junta.