Diario de Burgos

«Cuando me llamaron, no me lo pensé y el HUBU me gustó»

G.G.U. / Burgos
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Natalia Soto, de 22 años, es una de las enfermeras cordobesas que el HUBU incorporó en julio con ayuda de SATSE

Natalia Soto es una enfermera cordobesa de 22 años que se incorporó al HUBU en julio con la ayuda de SATSE. - Foto: Alberto Rodrigo

A las dos horas de llamar a SATSE Burgos para presentar su currículo, Natalia Soto, cordobesa de 22 años, estaba contratada en el HUBU como enfermera de hospitalización y con fecha de incorporación en julio. «Fue todo rapidísimo, pero ni me lo pensé. Y muy bien, estoy muy contenta. Trabajo en la planta de Medicina Interna y de Hematología y confío en que dure», cuenta esta joven, recién graduada por la Universidad de Córdoba y a quién ya han dado a entender que si una vez que finalice su primer contrato, el 31 de enero, quiere seguir en el hospital, puede hacerlo. «Aquí hay trabajo, así que veo viable continuar un tiempo por aquí», añade, siempre sonriente.

El cambio de Córdoba a Burgos impresiona, pero más si se trata de una primera experiencia laboral y se tiene 22 años. «Pensé que iba a adaptarme peor, porque era mi primer trabajo, muy muy lejos de mi casa y, sobre todo, porque el día de mi incorporación fue nefasto», admite la joven enfermera, explicando que en ninguna de sus muchas prácticas previas había tratado con enfermos de edad tan avanzada y un cuadro clínico como los de las personas que tiene a su cargo en Medicina Interna y Hematología. «Dos meses antes de aquello yo era la niña de prácticas y, entonces, de repente, tenía responsabilidad sobre pacientes muy delicados», recuerda, no sin subrayar que el trance fue más llevadero porque «en todo momento estuve súper arropada, tanto por la supervisora, que desde el principio me ha dado muchísimas facilidades, como por los compañeros, auxiliares. Todos... Así que estoy muy contenta».

Soto explica que al terminar la carrera se interesó por sus opciones laborales y en SATSE Córdoba ya les indicaron que, en Andalucía, difícil. «Cierran muchas camas en verano, se recorta personal... En Córdoba, ahora, están llamando a enfermeras que entraron en la bolsa de trabajo hace dos años», dice, explicando que, en cambio, les informaron de que podrían trabajar en varias provincias de Castilla-La Mancha, Madrid, Cataluña, en Zaragoza y, en Castilla y León, en Zamora y Burgos. Soto se decidió por esta última porque buscaba una ciudad pequeña y, sobre todo, «por el contrato y el hospital. En ningún sitio ofrecían siete meses de entrada y el HUBU, tan nuevo, me gustó. Pensé que habría gente joven, como así es, y equipamiento nuevo, que también», dice, especificando que en ese sentido ha notado «mucha diferencia» con el complejo cordobés Reina Sofía, donde hizo prácticas. «No digo que haya diferencia de calidad, sino de antigüedad, que se nota mucho», dice.

Dos meses después de su incorporación ya se ha hecho al día a día en el HUBU. «La dinámica no tiene nada que ver con la Universidad, pero como en Córdoba tenemos muy buena formación y muchísimas prácticas, no aprecias tanta diferencia al empezar a trabajar», explica, insistiendo en que todo el personal ha puesto de su parte para que el aterrizaje fuera suave. «Es que, como hemos venido en manada, en todos los servicios estamos súper cuidados», reitera.

Y aunque echa en falta Córdoba, ya se ha mentalizado para el otoño/invierno burgalés.