Desde que la conocida ley Almunia de 1984 instauró las 40 horas, la jornada laboral máxima cada semana no se ha modificado. Coincidiendo con el 30 aniversario de dicha normativa, el secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Pepe Álvarez, exigió ayer en Burgos al futuro Gobierno de España la reducción hasta las 35.

«Este es el gran momento. Tenemos que aprovechar la ocasión y dar el salto. Tenemos que trabajar de manera intensa para conseguir que los desempleados puedan ocupar un puesto de trabajo», defendió Álvarez. El líder del sindicato, acompañado por el secretario provincial Pablo Dionisio Fraile y distintos cargos y militantes, acudió a la inauguración de la nueva sede de la UGT en el barrio de Gamonal, un local situado en el 189 de la calle Vitoria y que asesorará a todos los burgaleses que lo deseen sobre cuestiones laborales de todo tipo. «Tenemos que hacer lo contrario de lo que hace la Junta. En Castilla y León se han eliminado todos los programas de búsqueda de itinerarios, acompañamiento o formación a parados», denunció.

El secretario general puso también sobre la agenda política el incremento de las nóminas. «Suerte hemos tenido que durante los últimos cuatro años el mínimo interprofesional ha subido un 47%», indicó. De este modo, reclamó consolidar el SMI actual mediante la revalorización anual de acuerdo al crecimiento del salario medio. «Debe ser, al menos, del 60%», explicó el líder de UGT al tiempo que apuntó que «ya nadie discute esta cuestión, ni los conservadores británicos». De conseguir esta reivindicación, Álvarez apuntó que se lograrán revertir las bolsas de pobreza y se equilibrará el reparto de dinero entre la población. «Se haría más viable el sistema económico español», indicó.

Con respecto a la posibilidad de una repetición electoral en los primeros días de enero (...).

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