Diario de Burgos

Críticas al silencio de Renfe con la obra de los talleres

Ó.C. / Miranda
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Los sindicatos denuncian que por ahora solo hay «pequeños trabajos en motor, para mover al personal de las oficinas del de remolcado». La reforma para el nuevo centro de LogiRail en Miranda suma un mes de retraso

Las primeras obras llegarán en el taller de remolcado, junto a la N-I. - Foto: Ó.C.

Los talleres de Renfe en Miranda aguardan desde hace varios años la aparición de una lluvia de dinero. El presupuesto inicial previsto para unificar el centro de mantenimiento de motor y el de remolcado superaba los tres millones de euros. Más allá de las intenciones, poco o nada se ve sobre el terreno y el comité de empresa del operador ferroviario en la provincia de Burgos se ha cansado. «Estamos hartos del oscurantismo», critica su presidente, José Antonio Barahona, quien demanda que la compañía tiene que dar pasos al frente para evitar retrasos, ya que por ahora solo hay en marcha pequeñas obras.

Uno de los primeros movimientos trascendentes tenía que ver con la adecuación de las oficinas del taller de remolcado, para que en ellas se instalará LogiRail y su Centro de Competencias Digitales (CCD), que ahora está activo en una nave alquilada del polígono de Bayas. La actuación, por un valor superior a los 400.000 euros, iba a arrancar en la segunda quincena de septiembre. Un mes después no hay ni rastro y el comité de empresa no espera que empiecen antes de enero. 

Otro de los representantes de la plantilla, Óscar Balbás, revela que «están haciendo unas pequeñas obras en el centro de mantenimiento de material motor, para adaptar las instalaciones y trasladar al personal que trabaja en las oficinas del de remolcado», explica el sindicalista de CGT, quien remarca que la empresa tampoco les ha informado sobre cuándo moverán a estas personas.

Barahona matiza que la adecuación que está en marcha supondrá el cambio de ubicación de media docena de empleados, «que son los que quedan después de las jubilaciones», lamenta el presidente, como una muestra más de la decadencia de las instalaciones. Sobre el calendario que intuyen, Balbás apunta que de manera oficiosa «se nos ha comentado que las obras de LogiRail arrancarán en enero, pero de manera oficial no nos han aportado nada», critica el representante, quien reconoce «el hartazgo» que sienten por el «secretismo que demuestra la empresa mientras las instalaciones siguen igual de mal», critica Balbás.

El presidente del comité confirma esta sensación y añade que solo tienen constancia de las obras del Centro de Competencias Digitales. Del resto, lo que tiene que ver con toda la reforma de la base de mantenimiento de motor donde quedará unificada la actividad de Renfe, solo tienen un lienzo en blanco. «Eso está todo parado», afirma Barahona, quien admite que desconocen en qué punto se encuentran las reformas anunciadas de los vestuarios y del comedor, «aunque se nos comunicó que ya había dinero, pero estamos esperando, porque para lo de LogiRail parece que se están moviendo un poco, pero para el resto nada de nada», sentencia.

De todo esto «no se nos informa y estamos cansados porque no nos cuentan nada», explica Barahona, que revela que siguen con las goteras y todas las necesidades en unas instalaciones en las que demandan inversiones desde hace años «y todo sigue igual», zanja.

Anuncio en 2021. En noviembre de 2021 el por entonces presidente de Renfe, Isaías Táboas, anunció una partida de 3,3 millones de euros para unificar los talleres y también para modernizarlos, con el objetivo de que pudieran utilizarse para mantener y reparar los nuevos trenes de la compañía. De aquel comunicado han pasado casi dos años y sobre el terreno poco se ha visto. La encrucijada levanta la críticas de los sindicatos, porque las instalaciones en las que trabajan continúan deterioradas sin que haya reformas, y estas no se producen con el pretexto de la inversión esperada. Del gran proyecto, lo más visible ha sido el derribo de tres naves de la base de mantenimiento de motor.