El Ayuntamiento de Burgos ha recibido 34,84 millones de euros procedentes de fondos europeos para llevar a cabo media docena de actuaciones y espera lograr otros 17 al haber concurrido a nuevas convocatorias. Esta lluvia de millones está provocando un auténtico quebradero de cabeza a los responsables políticos y técnicos municipales para su gestión. El nuevo equipo de Gobierno, formado por el PP y Vox, se han encontrado con esta patata caliente y ayer la alcaldesa, Cristina Ayala, convocó a una reunión de urgencia con varios concejales y al único técnico municipal que ha supervisado su desarrollo. 

El encuentro fue una primera toma de contacto para conocer una a una las actuaciones financiadas, el grado de ejecución, los plazos de cada una de ellas y las que todavía están pendientes. La portavoz municipal, Andrea Ballesteros, reconoció el «descontrol» en la gestión y alertó de la posible pérdida de algunas de las ayudas al no dar tiempo a su ejecución, «a falta de un análisis más exhaustivo». 

Cuando se pusieron en marcha las convocatorias, tanto la solicitud de las mismas como su gestión recayó sobre el director de proyectos de Promueve, Alberto Molina. Sin embargo, su marcha provocó un vacío hasta que el exalcalde, Daniel de la Rosa, encomendó su seguimiento a su jefe de Gabinete, Antonio Fernández Santos, y a un técnico municipal contratado de manera interina por un periodo de un año. «Ha habido un descontrol terrible. No se delegó en ningún concejal la gestión de los fondos europeos, que tendría que haber sido lo lógico. No ha habido una transición y hemos comprobado el desastre en alguna de las convocatorias», indicó Ballesteros (...).

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