Diario de Burgos

Las ordenanzas clave encallan en el atasco administrativo

J.M. / Burgos
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La aprobación de las ordenanzas fiscales de Aguas, Autobuses y Terrazas llegan ya tarde y las llamadas a regular la Zona de Bajas Emisiones, los Ruidos y la protección de Animales de Compañía apenas avanzan

El equipo de Gobierno no tiene fecha aún para la gratuidad de los autobuses para los mayores de 65 años. - Foto: Alberto Rodrigo

El Gobierno de coalición del PP y Vox sabe ya, con apenas cinco meses al frente del Ejecutivo municipal, lo que cuesta sacar adelante cualquier iniciativa. El atasco administrativo, evidenciado en diversos servicios y alarmante en el cuello de botella generado en áreas estratégicas como Asesoría Jurídica, Contratación o Intervención, también se está dejando notar en los procedimientos para la actualización de la normativa municipal. 

Si desde el bipartito se trata de minimizar la importancia de algunos retrasos, lo cierto es que los contratiempos se suceden, han pillado con el pie cambiado al equipo de Gobierno y se traducen, por de pronto, en que no se llega a tiempo para que el próximo 1 de enero entre en vigor la subida de la tasa del agua o para que los autobuses urbanos sean gratuitos para los mayores de 65 años. Pero la cosa no se queda ahí, los errores, tanto jurídicos como de planificación, han generado indisimulables problemas con la nueva ordenanza de Terrazas (que será modificada en breve), en la del Ruido, que se va a retocar a sabiendas de que los cambios a introducir en las Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) cumplen la legalidad, pero se sustentan en un trabajo mejorable, y poco se sabe de la ordenanza de Animales de Compañía que debe adaptarse a la nueva Ley de Bienestar Animal.

En el caso de la modificación de la ordenanza que incrementará el recibo del agua en un 9,5% el próximo año, lo que se sabe es que ya no hay tiempo material para, antes de que termine el año, llevar al Pleno la aprobación definitiva del cambio de tarifa (en el mejor de los casos se aprobará inicialmente). Se desconoce, por tanto, cuando se comenzará a aplicar y lo que sí se sabe es que las prometidas nuevas bonificaciones para familias numerosas tendrá que esperar a 2025.

También es ya materialmente imposible tener aprobada antes de que termine el año la ordenanza reguladora de la tasa por la Prestación del Servicio de Transporte Urbano de Viajeros. La promesa para que los mayores de 65 años viajen gratis no podrá ponerse en marcha el 1 de enero. En el Servicio Municipalizado de Movilidad y Transportes (Smyt) no han podido todavía poner una fecha.

La ordenanza de Terrazas está generando grandes dolores de cabeza. El primero de ellos, heredado del pasado mandato, vino dado por un error jurídico al contemplar como positivo el silencio administrativo a las solicitudes para poder sacar las mesas y las sillas a la calle. El segundo, el establecimiento de unos cortísimos plazos para dar respuesta por parte de la administración, incomprensibles en un servicio lastrado por la falta de personal.

A ello se suma que el Ayuntamiento no ha llegado a tiempo para colocar el pavimento podotáctil en las ordenaciones singulares (se está mirando hacia otro lado para, por un problema ajeno a los hosteleros, no obligar al cierre de las terrazas) y se suma también la desinformación que ha llevado a que multitud de negocios no solicitaran a tiempo la renovación de la autorización. A esto hay que añadir que no se ha modificación la ordenanza fiscal que regula la ocupación del dominio público y nadie sabe aún qué es lo que van a tener que pagar (pese a haberse aprobabo ya el padrón).

En el caso de los cambios que se avecinan en la ordenanza municipal del Ruido se quiere que dejen de estar considerada como zonas saturadas San Juan, La Puebla y Bernardas pese a que se reconoce que, aunque se ha cumplido con la que marca la Ley, a futuro habrá que realizar más mediciones y en más lugares de la ciudad. En otras palabras, se tira hacia adelante aunque técnicamente el trabajo (encargado el pasado mandato) se pudo haber realizado mejor.

Mucho se ha escrito sobre los tumbos que ha dado la ordenanza que regulará la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Se anuncia que se va a llevar al Pleno pese a no compartir el texto que dejó el PSOE, se da marcha atrás, se vuelve a la carga y en el último momento se para después de que los tribunales anularan el contrato.

La ordenanza sobre Animales de Compañía, que debe adaptarse a la Ley de Bienestar Animal que entró en vigor el 29 de septiembre, quería aprobarse también antes de que finalice el año. Al menos de manera definitiva es ya imposible.

Se acumulan los deberes para el próximo ejercicio.