Diario de Burgos

El Charco se queda pequeño

P.C.P. / Aranda
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El escenario Diario de Burgos reúne a miles de personas que huyen de la masificación de las plazas más céntricas y disfrutan de las sombras y de la música

El Charco se ha quedado pequeño este sábado. Difícil conseguir un sitio a la sombra para sentarse o tumbarse en el césped del parque de La Isla a escuchar música y tomar algo sin colas y sin empujones del centro de Aranda. Otro Sonorama Ribera es posible y, además, muy recomendable y relajante.

Para nadie es un secreto que el sábado es el día de más batalla en la Plaza del Trigo. Imposible coger sitio para la sorpresa -que ha sido la actuación de Shinova- sin pasar horas al sol y madrugando, porque este año con el control de aforo se ha puesto peor el asunto. Así que la estrategia está clara, nos vemos en El Charco.

Ha comenzado El Niño de la Hipoteca, seguido por Tarquim y Vanessa Zamora. Después, rumba y flamenquito con Jairo de Remache, que ha dedicado una canción a Jero, de Los Chichos, ha caldeado aún más el ambiente con una rumba catalana y ha tocado después el tema que ha popularido junto a Omar Montes, La llama del amor.

El Parque de la Isla ofrece mucho espacio para sentarse, bailar, comer y escuchar música sin agobios.El Parque de la Isla ofrece mucho espacio para sentarse, bailar, comer y escuchar música sin agobios. - Foto: Valdivielso

A partir de las 16.30 horas, que ha levantado a todos del césped y les ha acercado al escenario, aunque fuera al sol, para bailar, mover las manos y a corear sus rap.

Mañana, domingo, sigue la fiesta durante todo el dia en este escenario, que alterna grupos españoles y latinoaméricanos, con Renee (12 horas), El Culto Casero, Las Ligas Menores, The Grooves y los mirandeses La Regadera, con Andy Grey entre bandas. Cerrará Pedro da Linha para los que cuerpos que todavía aguanten 5 días de Sonorama RIbera y aquellos que se quieran unir a última hora. Nunca es tarde.

 

Jairo de Remache anima la sobremesa con una rumba catalana.
Jairo de Remache anima la sobremesa con una rumba catalana. - Foto: Valdivielso