No ha habido en las últimas legislaturas Corporación que no haya sopesado, con mayor o menor convencimiento, la peatonalización de la calle Santander. Los distintos Ejecutivos que han pasado por la Casa Consistorial han sido conscientes de que se trata de la principal grieta que rompe la continuidad de todo un entorno que hace ya muchos años fue reconquistado por el peatón, pero la necesidad de promover una reordenación de la circulación, el paso de cientos de autobuses urbanos o la salida del aparcamiento de la Plaza Mayor han terminado por frenar cualquier intento de acometer esta inversión. A lo máximo que se ha llegado ha sido a cortar el tráfico, puntual y parcialmente, en fechas señaladas como en el Día sin Coche o durante el confinamiento de la pandemia.

Parece que ese ahora sí, la peatonalización de la calle Santander es una de las grandes prioridades ya que así lo señalan desde el nuevo Ejecutivo municipal. Prueba de ello, tal y como avanza el concejal de Urbanismo, Manuel Manso, es que este mismo año se quiere sacar a licitación la redacción del proyecto y un estudio sobre el comportamiento del tráfico en el centro de la ciudad que avale o destierre esta posibilidad y también la de semipeatonalizar el inicio de la calle Vitoria (entre la plaza del Cid y San Lesmes). Aunque esta última intervención, en cualquier caso, se relegaría a una segunda fase y está por ver si se podría ejecutar a lo largo de este mandato.

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