Diario de Burgos

De los juegos a tomar las armas

I.P. / Burgos
-

A la luz de las antorchas se escenifica este sábado, a las 22 horas, el ritual de la transición de niños a guerreros, que tenía lugar cuando cumplían 13 años

Los tres protagonistas del rito de la transición de niños a guerreros - Foto: j.j. Matias

Entre el pueblo cántabro de los turmogos, dar el salto de la niñez a la edad adulta era pasar de jugar en la calle a coger la armas. Ese proceso no era baladí y tenía un ritual en el que participaban varios miembros de la familia, el propio joven, su madre que es la que le 'entrega' y un tutor que a partir de ese momento es el encargado de instruirle en las artes guerreras.

Este rito castreño de transición es otro de los platos fuertes de esta edición de Segisama Julia y se desarrollará este sábado a partir de las 22:00 horas, con una ambientación espectacular porque al ser ya prácticamente noche cerrada, no habrá ni luz natural ni artificial, sino que la ceremonia tendrá lugar a la luz de la antorchas. Entre ese resplandor y la monumentalidad de la excolegiata de Sasamón promete ser un espectáculo que deje huella en los asistentes, pero sobre todo en los cuatro niños que serán protagonistas de esa transición a guerreros y que han tenido que aprender un pequeño texto.

Gael Herrero es uno de ellos y como sus compañeros está emocionado de tener ese papel relevante este año en la recreación histórica, en la que también forma parte del pueblo turmogo. Beatriz García hace el papel de madre y Joaquín Castrillo, el de tutor.

Según narra la historia, en la cultura turmoga la edad a la que se daba ese salto estaba entre los 13 y los 14 años. Hasta entonces, la madre era la encargada de su educación y protección y a partir de ese momento, serán los tutores los que cojan el relevo y sobre todo, los que les instruyan en la guerra y el manejo de las armas, una tarea que había comenzado en el ambiente familiar de casa pero muy someramente.

Hay tres cambios de vestuario y varios rituales más -que los organizadores no quieren desvelar para que los espectadores los descubran y se sorprendan hoy en directo-, pero sí nos adelantan que uno de ellos es frotar a los chavales "para quitar el niño que llevan dentro y dar paso al adulto". Silvia Bombín no oculta su entusiasmo por la incorporación de este ritual que implica una presencia más relevante de los adolescentes de Sasamón en la recreación y sienta la semilla para que sigan involucrados en este proyecto que es un paso más para ahondar en la historia de la villa y sobre todo, en la cotidianidad de la vida de las distintas culturas que durante siglos estuvieron asentadas en ese territorio

ARCHIVADO EN: Sasamón, Niños