«Tenemos un público fiel, que se fía de nuestro criterio a la hora de programar y que, verano tras verano, responde». Con estas palabras explicaba ayer el coordinador de actividades culturales de la UBU, Carlos Lozano, el porqué de otro julio de lleno absoluto en el Campus del Parral: las entradas se agotaron tanto en los Conciertos Jacobeos como en el Tablero - en algunos casos, con mucha antelación- y también en las tres sesiones del ciclo de cine fantástico y de terror. «El año pasado ya nos sorprendió, pero ahora vemos que se ha consolidado, que ha llegado a la madurez», añadió.
La UBU y la Fundación Caja de Burgos organizan a la par el programa estival, que ha llevado al Hospital del Rey y al Militar a unas 13.200 personas en solo diez días. El grueso se ha concentrado en los conciertos, sobre los que Lozano matiza que «todo es música, sí, pero muy diferente». Y, precisamente, esa mezcla de diversidad y novedad es una de las claves del éxito del programa. «Los Jacobeos cada vez gustan más, porque se va a escuchar. Y son grupos muy desconocidos», apuntó Lozano, antes de especificar que «con Pol Batlle y Rita Payés el público acabó de pie y eso que no es un tipo de música que puedas escuchar habitualmente. Y Malva Vela, con solo 22 años, va a ser toda una estrella, pero Burgos era su cuarto concierto».
El Tablero también se caracteriza por la variedad y por el compromiso de ofrecer, desde la primera edición, 'música de raíz'. Algo que este año se ha conseguido con un cartel protagonizado por Chico Trujillo, la orquesta Balkan Paradise, Juantxo Skalari & La Rue Band y, para el cierre, ayer por la noche, el trombonista Fred Wesley y su banda, The New JB's. Un músico que ha tocado a lo largo de su carrera con Ike y Tina Turner, James Brown, Ray Charles o Van Morrison, que a primeros de semana actuó en el festival de jazz de San Sebastián y que hoy tocará en Madrid, pero previo paso por el Tablero.
«El formato está consolidado y vemos que se crea un ambiente muy especial, muy bueno, que hace que el Tablero se haya convertido en un lugar de encuentro». Y, como nota que también es ya característica de esta iniciativa, para un público cada vez más joven así como familias. «Ponemos una zona de juegos, para que todo el mundo esté cómodo», aclaraba Lozano, pensando en quienes todavía no conocen el Tablero y pueden estar planteándose acudir en el 2024. «Seguiremos con la misma idea: estilos diferentes, no comerciales y mezcla de artistas españoles y de ámbito internacional», aclaró.
Los años han ratificado que el formato es una de las claves del éxito en lo musical, pero lo mismo puede decirse del ciclo de cine fantástico y de terror, que también se ha hecho un hueco en los miércoles de julio. «En este caso sí que es público muy joven, que viene con sus bocadillos y a disfrutar del cine al aire libre», concluyó.