Diario de Burgos

Abrirá en Oña un alojamiento que ofrecerá rutas a caballo

S.F.L. / Briviesca
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El empresario Alejandro Llanos comprueba desde su hotel-ruralcomo el volumen de visitantes crece sin frenos, por lo que aprovechará el tirón y pondrá en marcha un distinguido hospedaje con piscina y pista de tenis

Alejandro Llanos. - Foto: S.F.L.

Desde que apenas levantaba un palmo del suelo Alejandro Llanos tenía claro que su vida giraría en torno a Oña. Porque su villa le apasiona y no se le ocurre un lugar mejor para echar raíces. Desde su hotel- rural El rincón del convento comprueba a diario el volumen de visitantes que mueven los atractivos turísticos y naturales que le rodean y, a pesar de no dar a basto en el trabajo, apuesta por cumplir uno de sus sueños realidad. Ya de joven se veía con su rancho repleto de animales -fantasía que logró alcanzar- y atendiendo a clientes en un entono idílico. El terreno perfecto para ello rondaba su mente y finalmente se ha hecho con él.  

Una parcela de 3.836 metros cuadrados ubicada en el término denominado La Vega, junto a Tamayo, y a escasos dos kilómetros y medio del municipio es el lugar elegido para inaugurar su nuevo proyecto: un alojamiento rural enclavado entre montañas en el que los únicos sonidos que se escuchan son los cantos de los pájaros y las voces de algunos hortelanos que acuden a sus fincas. A partir de su apertura también sonarán los relinchos de sus cinco caballos y las voces de otros animales, como vacas, ocas, gallinas y un largo etcétera. Espera a que la Junta le conceda los permisos pertinentes para iniciar unas obras que pretende que finalicen antes del próximo verano para abrir «cuanto antes» y ofrecer a los turistas el servicio de rutas ecuestres guiadas y el alquiler de bicicletas eléctricas y piraguas. «Estoy valorando la idea de ampliar el servicio a viajeros que no se alojen en mis instalaciones, pero lo tengo que estudiar», afirma.   

Un imponente sauce llorón da la bienvenida al lugar, en el que se alzan dos edificaciones de una planta que se transformarán en cuatro grandes dormitorios con baños y en un espacio de usos múltiples con cocina y un salón-comedor, al que los clientes tendrán acceso y en el que podrán elaborarse su propia comida. Además, con la intención de hacer de este rincón un referente dentro del sector hostelero, instalará una habitación burbuja transparente -la primera de la comarca burebana- en la que los usuarios experimentarán dormir bajo las estrellas, y dos pequeños bungalows de madera. 

Las actuaciones de limpieza del terreno comenzarán «en breve», manifiesta Llanos mientras señala a sus animales. «Ellos serán los encargados de eliminar los hierbajos que hay y que prácticamente tapan la pista que rehabilitaré para que los clientes puedan practicar con sus raquetas». Otra de las instalaciones que necesita un lavado de cara es la piscina y una zona de picnic. El alojamiento dispondrá de plazas para entre ocho y catorce personas, «todo dependerá de la autorización de la administración, y serán dormitorios amplios con camas de matrimonio», añade. 

El promotor destaca, además del paraje, la cercanía a la localidad oniense y la facilidad para llegar andando a través de la carretera de Tamayo o la Vía Verde. «En cuestión de veinte minutos a paso ligero estás en Oña», expone. No obstante, pretende acondicionar una zona como aparcamiento para que estacionen los vehículos de los usuarios. A sus 41 años, Alejandro da gracias a la vida por permitirle seguir creciendo en su lugar más querido y especial, en su querida tierra.