Diario de Burgos
Vladimir V. Laredo

Petisoperías

Vladimir V. Laredo


Mago del Humor

19/07/2023

Como le pasa a cualquiera que haya nacido en la década de los setenta e incluso antes, mi infancia sabe a pan con mantequilla, a cola cao calentito y a carcajadas con cada página de cualquier tebeo de Mortadelo y Filemón sentado en el suelo de mi habitación. O del salón. O en un bordillo de la acera, en la calle, cualquier sitio valía.

Desde que tengo memoria, siempre hubo en mi casa un tebeo de Mortadelo, o de Sacarino, de Rompetechos, o de Pepe Gotera y Otilio, bien fuera porque me lo regalara mi tío, o porque se lo distrajera a mis primos o porque me lo trajera mi padre cuando se iba a algún lado de viaje. Mortadelo y Filemón fueron para mí casi más importantes que Mi Primera Cartilla, los dictados en clase o los cuadernillos Rubio, porque los devoraba con fruición una y otra vez. Siempre recuerdo viñetas en particular o momentos concretos en sus historietas en los que me daba un ataque de risa tan fuerte que se me saltaban hasta las lágrimas y me obligaban a tener que parar de leer. Gran parte de mi personalidad lleva el sello del humor de Francisco Ibáñez y todos sus inolvidables personajes como una marca indeleble, y eso es algo que nunca podré agradecerle lo suficiente.

Cuando escribo estas líneas, apenas han pasado unas horas desde el anuncio de la muerte del eterno Ibáñez, autor de gran parte de las historietas que he leído en mi vida, y la verdad es que consuela ver que la mayoría de la gente que frecuento comparte con los demás este sentimiento de honda tristeza y a la vez alegría que implica saber de su muerte, pero poder haber disfrutado tanto de su obra en vida. 

Nos ha dejado nuestro querido Francisco Ibáñez y, ahora sí, creo que todos nos damos cuenta de que, con él, se nos va una parte muy importante de nuestra vida, de nuestra existencia, esa parte que siempre hemos dado por sentado que nunca nos faltaría, pero que ahora se siente un poco más lejana. Nos ha dejado el penúltimo gran Mago del Humor, y espero que en el cielo esté ahora junto al gran Vázquez y el eterno Escobar escribiendo y dibujando nuevas viñetas con nuevas historias como aquellas con las que hizo que varias generaciones de niños y adultos supiéramos que de risa también se muere uno.
        @VladimirConV

ARCHIVADO EN: Humor, Infancia