Diario de Burgos

Julio calienta pero no abrasa

L.M. / Burgos
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La capital cerró el séptimo mes del año con una temperatura media de 20,9 grados, 2,2 menos que la máxima registrada en 2006 pero con un balance final de «muy cálido». Cayeron 0,6 litros por m2 frente a los 16 habituales

Un joven salta al agua del Arlanzón en los Trampones de Fuente Prior. - Foto: Valdivielso

Aunque es caluroso, el verano burgalés dista mucho de las altas temperaturas que desde hace semanas se registran en el sur de la Península Ibérica y las inmediaciones del Mar Mediterráneo. Es más, el mes julio que acabamos de cerrar, y que se ha colgado la etiqueta de periodo más cálido de la historia del planeta, no ha sido tal en la capital.

Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología, la temperatura media en Burgos fue de 20,9 grados. Por poner en contexto, el promedio del año pasado, récord de temperatura incluido -el día 18 se alcanzaron en el aeropuerto de Villafría 39,3 grados- llegó a los 21,8. Más lejos aún se ha quedado el 2023 de 2006, cuando el mercurio se movió de media en los 23,1 grados. No obstante, las estadísticas que maneja la Aemet arrojan que, de promedio, la temperatura promedio para los meses de julio en Burgos era de 19,7 grados, lo que supone que este año ha sido 1,2 superior.

De este modo, el delegado territorial de este organismo estatal, Manuel Mora, califica el séptimo mes del 2023 como «muy cálido» en la capital. En relación a la temperatura media de las máximas, 29,6 grados, se disparó 1,8 grados en comparación con lo normal. El registro más alto sigue siendo el de julio de 2006 con 31,6 grados. Tomando como referencia la temperatura media de las mínimas, 12,2 grados en el caso del presente año, aumentó en 0,5 sobre el promedio que maneja la Aemet. De nuevo se queda muy lejos de su tope -en este caso mínimo- histórico, que data de julio de 1980 con 7,7 grados.

Déficit de lluvias. Durante los pasados 31 días la base que la Agencia Estatal de Meteorología tiene en el aeropuerto de Villafría tan solo registró 0,6 litros por metro cuadrado de precipitaciones. Aunque no es la mínima, ya que por ejemplo en 1986 no cayó ni una gota, se queda muy lejos de los 16 mm que solían anotarse de media.

Aunque el calor ha seguido apretando en los primeros compases de agosto, a partir de este jueves se espera que la situación cambie de forma drástica. La entrada en altura de una vaguada de aire frío y en superficie, con viento del norte, provocará que el mercurio se desplome, especialmente a partir de mediodía. Los termómetros, que ayer por ejemplo llegaron a los 29,2 grados, no sobrepasarán los 25. Por contra, la mínima se hundirá hasta los 11. El viento del nordeste hará acto de presencia por la noche.