Diario de Burgos

La prostitución empeora la salud de las mujeres

ANGÉLICA GONZÁLEZ / Burgos
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El servicio de Ginecología del HUBU prepara un curso para personal sanitario del Sacyl que abordará esta actividad como una violencia que deja secuelas a nivel fïsico y psicológico

Un club de carretera, con el reclamo de una mujer desnuda en el tejado. - Foto: Valdivielso

Con una ley abolicionista de la prostitución olvidada sobre la mesa, que el ahora Gobierno en funciones no sacó adelante por las discrepancias al respecto entre los socios que lo conforman, este asunto ha salido del foco de los medios de comunicación. En el debate de fondo se encuentran las posturas irreconciliables sobre qué significa que mayoritariamente los varones paguen por mantener relaciones sexuales con mujeres que, en su mayor parte, son muy vulnerables y víctimas de la trata de personas. Existen quienes opinan (en Unidas Podemos hay voces que así lo dicen) que se puede considerar un trabajo y hay quienes creen que es una forma más de violencia contra las mujeres. Este último es el enfoque desde el que el servicio de Ginecología del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) va a impartir un curso destinado a miembros de la plantilla del Sacyl tanto de atención primaria como de especializada, quienes por primera vez van a recibir formación de estas características y también sobre enfoque de género para aplicarlo a la atención sanitaria.

El ginecólogo Abel Renuncio, que ha diseñado y dirige este curso, asegura que la prostitución empeora la salud de las mujeres y tanto esta actividad como los entornos en los que se producen las provoca más afecciones tanto físicas como psíquicas que a la media de las mujeres. «La revisión de las publicaciones que existen al respecto nos indica que tienen más enfermedades infecciosas, psicosomáticas y más problemas traumatológicos que el resto de las mujeres, muchas de ellas provocadas por la violencia que reciben, y que mejoran cuando salen de la prostitución», explica.

Así, padecen trastorno de estrés postraumático hasta un 86% de ellas y casi un 40% ha tenido ideas de suicidio. Su salud mental se resiente con trastornos disociativos, de la conducta alimentaria, depresión agorafobia, , etc. Suelen tener, además, un alto consumo de alcohol y tabaco y otras drogas que toman «para desinhibirse y no sentir dolor en las relaciones». La prevalencia del virus del papiloma humano es hasta del 39% y tienen más riesgo de padecer cáncer de cervix uterino, infecciones de transmisión sexual (la sífilis, hasta un 12,5%) y lesiones genitales y extragenitales (orales y rectales).

Frente a lo que Renuncio llama el «falso mito de la satisfacción sexual de las mujeres durante la prostitución», al que otras autoras como Amelia Tiganus, superviviente de la prostitución llama 'el mito de la puta feliz', los datos dicen que sufren mayor desinterés sexual y que su vida a ese nivel tiene «tristeza, infelicidad y depresión».

Más de la mitad han tenido un aborto a lo largo de su vida, tienen un bajo uso de la píldora post-coital tras la rotura del preservativo y en muchos casos desconocen la fórmula de acceso a la interrupción voluntaria del embarazo desde el sistema público de salud. Hasta en un 82% de las mujeres que son prostituidas tienen antecedentes de abuso sexual y maltrato infantil (un 23,5% fueron violadas antes de dedicarse a ello) y un 69% ha sufrido violencia física (más las que están en clubes que en pisos) por parte de los varones que rodean lo que Renuncio llama «el sistema prostitucional»: dueños del local, 'clientes', compañeros, sus propias parejas o miembros de cuerpos de seguridad. 

Los factores ambientales también influyen en su mala salud debido al ruido y la oscuridad que las rodea, los horarios intempestivos que hacen que no coman y duerman a horas normales, la indumentaria o la inactividad que tienen en muchas ocasiones. «El personal sanitario -alerta Abel Renuncio- pueden ser las únicas personas con las que tengan contacto, por lo que es imprescindible que estas se formen y conozcan qué es la prostitución, como se ejercen y qué consecuencias tiene. Muchas veces, además, no reconocen su condición de víctima, lo que hace más difícil que denuncien y puedan salir de esta situación».

En Burgos se calcula que hay alrededor de medio millar de mujeres prostituidas tanto en pisos como en clubes (no consta que haya prostitución callejera desde hace años), y un alto porcentaje de ellas son víctimas de la trata de personas. El programa Betania se ocupa de prestarles ayuda y en 2021 se constituyó la Plataforma por la Abolición de la Prostitución que persigue este objetivo y realiza actividades de divulgación para que se conozca cuál es la realidad de lo que denominan «una esclavitud». 

Dentro del curso que se va a impartir a personal sanitario de Sacyl se hablará también de cómo afecta la pornografía a la salud mental de las personas y de una violencia que por minoritaria en nuestro país no es menos importante. Se trata de la mutilación genital femenina, aún implantada en muchos países africanos y que, en ocasiones, las familias migrantes de esos destinos la realizan en España.

De este asunto se encargará Felipe Hurtado Murillo, del Hospital Universitario Doctor Peset, de Valencia; sobre la pornografía hablará Lluis Ballester, de la Universidad de las Islas Baleares y sobre la trata de personas, Cristina Robles, de la ONG Médicos del Mundo. La prostitución será abordada por Isabel Menéndez, catedrática de la Universidad de Burgos, y el propio Abel Renuncio intervendrá para hablar de los efectos del sistema de explotación sexual en la salud. 

Enfoque de género. También Ginecología ofrecerá dentro del programa de formación otro curso de enfoque de género, que es la primera vez que se realiza en este entorno, con el siguiente temario: 'Mandatos de género y desigualdad', a cargo de Isabel Menéndez; 'Anticoncepción y género', por la ginecóloga del HUBU Beatriz Pando e 'Infecciones de transmisión sexual y género', por Cristina Gallego de Lagry, del servicio de Ginecología. Ambas profesionales darán al alimón otra ponencia sobre los efectos para la salud de la violencia machista y la violencia sexual y cómo actuar. También se hablará de las definiciones y características de esta violencia específica, por Laura Pérez de la Varga, profesora de la Universidad de Burgos, y el ginecólogo Abel Renuncio se adentrará en las violencias 'invisibles' como los vientres de alquiler y sus efectos en la salud.