Diario de Burgos

Movilidad cierra la gasolinera de Fuentecillas por "chantaje"

J.M. / Burgos
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La instalación se queda sin combustible después de que el Ayuntamiento de Burgos no acepte pagar a Cepsa a 9 días

El Ayuntamiento ha colocado un cartel en el que comunica el cierre hasta nuevo aviso. - Foto: Alberto Rodrigo

Los ciudadanos que han acudido esta semana a repostar a la gasolinera de Fuentecillas, frente a la farmacia militar, se han encontrado con un cartel en el que se anuncia que, "por motivos técnicos", la instalación "permanecerá fuera de servicio hasta nuevo aviso". El motivo del cierre obedece a las tensiones que en este momento existen entre el Ayuntamiento y Cepsa a raíz de la resolución del contrato que ha vinculado a las partes durante más de 25 años y que aún está pendiente de rematarse.

El concejal de Movilidad, José Antonio López, explica que el Ayuntamiento ha decidido cerrar la gasolinera y trasladar a los trabajadores municipales a sus puestos de origen en la estación de autobuses después de que Cepsa se haya "negado" a suministrar combustible si el Consistorio "no paga en un plazo máximo de nueve días". Al parecer, ese compromiso existía en origen en el contrato entre las partes, pero el concejal defiende que es imposible que el Consistorio pueda abonar las facturas en un periodo tan corto de tiempo ya que para poder pagarse tienen que seguir un itinerario burocrático de garantías que no están dispuestos a saltarse. "Lo que vamos a hacer es cumplir la Ley", defiende el concejal antes de lamentar el "chantaje" que les llega por parte de la compañía.

Ante esta situación, la gasolinera de Fuentecillas se ha quedado sin suministro y lo que ha hecho el Ayuntamiento ha sido cerrarla "hasta nuevo aviso".

En las próximas fechas, lo que se hará es requerir a Cepsa para que se lleve del lugar todas sus pertenencias. Entendiendo como tales, los carteles en los que figura el nombre de la compañía, los datáfonos... Eso sí, el Ayuntamiento cuenta, con quedarse con los depósitos ya que entiende que a la compañía no le interesa quitarlos y asumir las labores de descontaminación de los terrenos.

López entiende que hay un acuerdo verbal en este sentido pero lo cierto es que aún no hay nada firmado en relación a lo que va a suceder con los tanques de combustible. Cepsa reclamó 200.000 euros por la amortización pendiente de las instalaciones pero en el Ayuntamiento defienden que después de 25 años se han amortizado ya de sobra.

En el caso de que no haya un acuerdo, lo que deberá hacer Cepsa es desmantelar los tanques y descontaminar. La idea del Ayuntamiento es sacar a concesión la instalación y despreocuparse de la misma ya que ahora genera más trabajo que rentabilidad.