El suministro de agua en Miranda está garantizado para todo el año, pero eso no quita para que el Ayuntamiento observe con recelo el nivel de los acuíferos de los que se abastece la ciudad para el consumo de los vecinos. "A nuestro juicio la situación es preocupante", afirma el concejal de Servicios, Guillermo Ubieto, por lo que pide un uso racional de este servicios, por ejemplo, en el llenado de las piscinas y el riego de las huertas, para lo que en muchos casos se usa la red municipal. El Consistorio también va a tomar medidas, como el baldeo de las calles por parte de la empresa de limpieza, que se hará "con agua de la depuradora", la optimización del riego de las zonas verdes o el control del consumo en las instalaciones municipales.

Ubieto explicó los problemas que tiene la captación de Valverde, que se debe principalmente "a que está muy afectada por el río Oroncillo y porque la capacidad del manantial se ha visto muy reducida, principalmente por la falta de precipitaciones en forma de nieve en los últimos años". Esto hace que el funcionamiento de las bombas para la extracción quede limitada en ciertos momentos, como cuando hay tormentas y el río se enturbia.

La situación de La Calera, en San Juan del Monte, no es mucho mejor, porque en un año ha bajado cinco metros su nivel, por la ausencia de las precipitaciones lo que "es un síntoma muy preocupante y nos hace tomar medidas", afirma el edil. A esto, hay que sumar la fuerte demanda que soporta, que llega diariamente a los 7.000 metros cúbicos, lo que motiva que "las dos bombas instaladas en este acuífero de La Calera funcionen más de 18 horas diarias, cuando deberían de estar entre 10 y 12 horas para un mantenimiento adecuado, pero el lunes por ejemplo estuvieron funcionando durante todo el día", revela Ubieto.