Diario de Burgos

La Colegiata de Valpuesta mira al pasado y al futuro

A.C./ Valpuesta
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La excavación arqueológica en la antigua torre que se está restaurando descubre una capilla anterior a la construida en 1800. Aunque la Junta ya ha invertido 2,6 millones en la colegiata, las necesidades siguen siendo «tremendas»

Un bello arco gótico da acceso desde la capilla norte a la nave central. - Foto: A.C.

Cada excavación arqueológica arroja nuevas pistas del pasado y la dirigida por Leandro Sánchez Zufiaurre en el suelo de la antigua torre medieval de la colegiata de Valpuesta, cuna del castellano, lo ha vuelto a hacer. Tras retirar las losas del suelo de 1800 y llegar a la cota del suelo medieval se ha descubierto que el arco del pórtico primigenio ya fue tapado y el espacio de la antigua torre medieval ya se convirtió en una capilla antes de que en el siglo XIX se derribara la vieja torre, y se construyera en su lugar una segunda capilla, además de levantarse la nueva torre neoclásica en 1802. La excavación ya ha llegado al antiguo suelo medieval, pero una vez que se ejecute la restauración de los muros y elementos arquitectónicos de la capilla, se levantará ese pavimento y excavará debajo para seguir retrocediendo en la historia de la colegiata -podrían hallarse enterramientos-. Después se volverán a recolocar las losas medievales bien niveladas.

Unas escaleras salvarán el desnivel de más de un metro entre el suelo de la iglesia y el medieval, donde se podrán observar otros elementos, como las basas que sostenían las columnas de las que nacían los nervios de la bóveda de la capilla gótica. Los trabajos arqueológicos se enmarcan en las obras de recuperación del templo que ejecuta Restauraciones Aibur por encargo de la Junta de Castilla y León y un presupuesto de 221.000 euros. Actúan en la vieja torre y en la nueva. Es la última de las numerosas inversiones realizadas por la Administración regional que lleva dedicados 2,6 millones a la colegiata desde 1984, según los datos de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, aunque las intervenciones más costosas se desarrollaron entre 2001 y 2012 y se retomaron en 2020 tras un largo parón.

Junto a ello, también se han ejecutado recientemente inversiones por parte del Arzobispado y la Diputación que cofinanciaron en 2020 trabajos en la sacristía y el pórtico, entre otros espacios. A pesar de todo, los daños que la humedad generó en el interior de la iglesia hasta que se restauraron sus cubiertas entre 2008 y 2009, hacen que sus muros tengan muy mal aspecto. El delegado diocesano de Patrimonio, Juan Álvarez de Quevedo, admite que el templo «evidentemente, tiene unas necesidades tremendas», pero «mientras no haya una fundación que logre mecenazgo, poco más podemos hacer». Álvarez de Quevedo sabe que son muchos los templos BICde la provincia y para Valpuesta avanza que, de momento, «no se ha aprobado una programación de nuevas intervenciones por parte de la Junta de Castilla y León», a pesar de la próxima construcción del Centro de los Orígenes del Castellano frente a la colegiata. No obstante, el Arzobispado ya ha encargado la restauración de un «retablo de la Virgen que se cae». Ubicado en una de las capillas laterales urgía actuar en este bien mueble. Por orden de prioridad, la siguiente labor, a juicio del delegado de Patrimonio, debería de ser la limpieza de los signos que la humedad ha dejado en los muros interiores de la colegiata y la reparación de los desconchones que se aprecian en muros y bóvedas para afrontar después la rehabilitación del retablo del altar mayor de Felipe de Vigarny.