La Consejería de Educación no va a tener en cuenta la petición de la UBU de sentarse a una mesa de trabajo en la que acercar posturas sobre el coste y sobre el modo de implantar los estudios de Medicina en Burgos. El rector, Manuel Pérez Mateos, pidió el pasado otoño al departamento que dirige Rocío Lucas la creación de una comisión de carácter técnico en la que ambas instituciones pudieran exponer sus posiciones respecto a la creación de la nueva facultad, sobre todo en lo que tiene que ver con la inversión necesaria para llevar a buen puerto el proyecto.

Pues bien, a preguntas de este periódico sobre la posibilidad de sentarse a esa mesa, la Consejería se limita a decir que «esas decisiones se toman en la Comisión Académica del Consejo de Universidades». «No obstante -añade la respuesta-, la relación entre Educación y todas las universidades es muy fluida y existen conversaciones constantes entre representantes de las dos instituciones sobre éste y cualquier asunto que afecta al ámbito académico».

La Junta, por tanto, sigue fiando el futuro de Medicina en Burgos a lo que decida un Consejo de Universidades que ya ha demostrado ser totalmente inoperante en esta cuestión. Hay que recordar que en la última reunión de la Comisión Académica de ese ente solo fue el rector de la Universidad de Salamanca el que se opuso a la implantación de Medicina en Burgos. Y tras ello no ha vuelto a tratar el asunto. De hecho, Pérez Mateos ya declaró que su próxima reunión tendrá lugar en primavera y en su orden del día no tiene por qué figurar esta cuestión.

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