Diario de Burgos

Un nuevo contratiempo deja en cuadro al servicio de Obras

J.M. / Burgos
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La salida de uno de los dos jurídicos de Licencias deja sin capacidad al área para atender el día a día y el recambio tardará al menos dos meses en llegar

El área de Licencias es un servicio estratégico por su contacto continuo con el ciudadano y las empresas. - Foto: Luis López Araico

Cuando parecía que ya estaban superados los problemas derivados de la falta de jurídicos en el área de Licencias, un nuevo contratiempo ha vuelto de dejar en cuadro al servicio de Obras con la marcha de uno de los dos Técnicos de Administración General (TAG) que componen este servicio. Apenas unos meses le ha durado al Ayuntamiento de Burgos el trabajador que se estaba ocupando de la mayoría de los expedientes disciplinarios que se han abierto en los últimos tiempos y que afectan a asuntos como los cerramientos ilegales de terrazas, los incumplimientos de las Inspecciones Técnicas de Edificios (ITE), los requerimientos para garantizar la seguridad de inmuebles en mal estado...

La política que se había retomado de pisar el acelerador con la apertura de expedientes disciplinarios tendrá que frenarse de nuevo, ya que únicamente quedará en la sección de Obras una TAG. Y como no se puede llegar a todo, no queda otro remedio que elegir qué trabajo realizar. Ante esa tesitura, la prioridad es dar la máxima agilidad a las licencias de obras, ya que de ellas depende en buena medida la actividad económica de muchas empresas de la ciudad.

En la Concejalía de Licencias han trasladado ya al servicio de Personal que es urgente cubrir este puesto a la mayor brevedad posible, pero lo cierto es que no se puede hacer de manera inmediata, ya que la bolsa de TAG se agotó nada más crearse y no hay de dónde tirar. La promesa es llenar ese hueco a la  mayor brevedad posible, pero las fuentes consultadas por este periódico señalan que eso no ocurrirá, en el mejor de los casos, antes de dos meses.

Lo que toca, además, es cruzar los dedos para que el servicio no se vea tampoco resentido con nuevas bajas, ya que eso haría que la situación regresara a los niveles críticos que ya se llegaron a vivir a finales del pasado mandato y al inicio del actual. En los que no quedó otro remedio que salvar el trabajo pidiendo un esfuerzo a otros empleados municipales en forma de horas extraordinarias.

Cabe recordar que la legislatura pasada, desde el propio servicio se advirtió del «peligro» de que el Ayuntamiento, por la falta de medios humanos, fuera incapaz, por ejemplo, de evitar la caducidad de procedimientos de disciplina urbanística, de impedir la prescripción de infracciones de este tipo, de no poder atender en tiempos razonables la tramitación de las Inspecciones Técnicas de Edificios (ITE) o de hacer lo propio con las autorizaciones de terrazas.

El Colegio de Arquitectos llegó también a advertir, como se constató también por los técnicos del área, que el retraso en la tramitación de licencias podía ocasionar un grandísimo perjuicio a la actividad económica de la ciudad.

De lo que se trata ahora es de no volver a esa situación y de planificar para que un imprevisto no suponga un daño insalvable.