La alcaldesa parece tener las ideas muy claras a juzgar por sus respuestas a la entrevista publicada por DB este domingo pasado, lo que contrasta con la preocupación que me ha parecido percibir dentro de la industria burgalesa auxiliar del automóvil por su futuro a medio/largo plazo por el desembarco de los coches eléctricos chinos. Sus portavoces manifiestan alivio por las medidas de la UE aumentando los aranceles a la importación de estos coches, pero sus opiniones traslucen una prevención sobre cuál pueda ser la reacción del gigante chino y, sobre todo, una cierta convicción de que no va a ser posible poner puertas al campo. Poca broma, ya que estamos hablando de diez mil puestos de trabajo sólo en Burgos. 

Con China, todos los países occidentales hemos cometido desde hace décadas errores que están en el origen de esta situación. Lo comprobamos en la pandemia, cuando todos dependíamos dramáticamente de China para suministrarnos de elementos de protección básicos que de una forma un tanto arrogante nosotros habíamos renunciado a fabricar. Saliendo de la crisis, nos dimos cuenta que los microchips que dan vida a la electrónica de todos nuestros aparatos también estaban mayoritariamente en manos chinas, lo que estrangulaba la velocidad de recuperación de nuestra economía. Y con el coche eléctrico más de lo mismo. Empezamos aceptando su estrategia de tener que asociarnos con ellos para fabricar coches de combustión más baratos que vendíamos aquí caros lo que aprovecharon para aprender y copiar nuestros procesos de calidad. 

Luego, nosotros, por razones medioambientales que China ignora, pusimos fecha de caducidad a los motores de combustión en los que nuestra tecnología era líder para dar paso forzado a los eléctricos que nosotros no sabíamos producir pero que los chinos han demostrado dominar. Ellos los hacen mejor y más barato. Lo de los aranceles no deja de ser un parche. Un respiro que no servirá de mucho si no reformulamos la estrategia de la industria buscando darnos tiempo para ser competitivos con los chinos en la fabricación de este tipo de coches. Desde luego una parte importante de nuestra industria va a estar en alerta tratando de anticipar decisiones a la vista de cómo se desarrollen los acontecimientos.