Solo la primera fase de la reciente reforma de las piscinas de verano de El Plantío costó un total de 2,5 millones de euros, pero la profunda remodelación realizada en la instalación municipal a lo largo del pasado año ya deja un impacto directo en los registros de aforo manejados por Instalaciones Deportivas mediada la campaña en curso.

El nuevo vaso se adapta a las necesidades de todos los perfiles de usuario y su puesta en funcionamiento ha resultado un éxito. Hasta el pasado jueves, 20 de julio, un total de 43.523 personas han pasado por la piscina de verano, un 25% más que en el mismo periodo de los años previos de la crisis sanitaria.

Los usuarios registrados oficialmente por el Ayuntamiento de Burgos hasta el momento cumplen con las expectativas más altas después de un 2022 en el que no estuvo operativa la zona familiar. El pico de mayor afluencia se alcanzó el martes, 18 de julio, con 4.394 asistentes a lo largo de una jornada en la que el calor apretó en la ciudad de Burgos. Es la primera ocasión en 2023 en la que se superó esta barrera en una jornada, mientras que el 11 de julio se acumularon 3.840 entradas en la instalación. 

Parte de la instalación está acotada por los desperfectos causados en el espacio ajardinado durante las recientes obras. - Foto: Luis López Araico

Los años 2020, 2021 y 2022 marcaron un paréntesis en la trayectoria de los aforos. Para entender la importancia de estos datos, en 2018 tampoco se llegaron a los 4.000 usuarios en una jornada.
Incluso, la estadística acumulada refleja el cambio de tendencia natural de cada verano. Las piscinas de San Amaro se mantienen como la instalación con mayor ocupación gracias a la disponibilidad de la piscina cubierta en los días más frescos y al crecimiento de la ciudad, pero los 44.338 usuarios sumados en esta campaña no llegan al millar de diferencia con respecto a El Plantío cuando en anteriores años alcanzaron los 10.000 registros de margen a estas alturas.

Los números generales esconden muchos matices. Las olas de calor que puedan producirse, una temporada de lluvias, la sucesión de días con ese viento característico tan burgalés, la apertura de piscinas en los pueblos de la provincia... todo influye. Sin embargo, en el caso de la nueva piscina familiar de El Plantío la respuesta ciudadana constata que las obras realizadas han conseguido su objetivo.

El vaso actual responde a las necesidades de todas las personas que se acercan a la instalación. Un día de piscina siempre es un buen plan de ocio para los largos días de verano y tiende a asociarse ese plan estival a grupos de jóvenes dispuestos a sacar el máximo provecho a sus vacaciones. Sin embargo, la remozada instalación ofrece más soluciones.

La obligada entrada o salida de la piscina a través de las clásicas escalerillas ha dado paso a sendas zonas de acceso que apuestan por la mejor accesibilidad. La rampa que emula la orilla de una playa ayuda tanto a personas mayores como a usuarios con movilidad reducida, a los niños y a aquellos ciudadanos que acuden a la piscina a recuperarse de una lesión.

Además, el arreglo de las filtraciones y la reducción del volumen de la piscina permiten mantener una temperatura constante y más agradable que en las últimas temporadas de verano.

A la espera de recuperar todo el terreno ajardinado. Las piscinas de verano de El Plantío tienen un aforo total de 5.500 personas, pero si en 2022 los usuarios no pudieron disfrutar de la zona familiar, en esta ocasión parte de la instalación está acotada por los desperfectos causados en el espacio ajardinado durante las recientes obras.

Las tramitaciones administrativas no llegaron a tiempo para recuperar esta parte del complejo y está previsto que los trabajos comiencen el 11 de septiembre. Esta tarea se unirá a la remodelación del edificio de los vestuarios, partida que contará con una inyección de 737.000 euros de los fondos Pirep.