Diario de Burgos

Por unos viajes sénior más accesibles y cómodos

R.E. MAESTRO / Burgos
-

El turismo para mayores de 55 años aún no se ha explotado en el medio rural y la jornada celebrada ayer evidencia múltiples oportunidades. Aún falta trabajo, pero las ideas ya están

El monasterio de San Agustín acogió ayer una cita en la que participaron políticos, empresarios y expertos en turismo. - Foto: Valdivielso

Tienen poder adquisitivo y más tiempo, desean alejarse del turismo de masas, valoran la gastronomía, buscan una estancia de calidad y muestran interés en el patrimonio. Todos se les rifan y el medio rural burgalés no se quiere quedar atrás. Los visitantes mayores de 55 años se alzan como un verdadero caramelo y la provincia se ha puesto manos a la obra para conquistarles. Ayer se celebró una jornada promovida por Sodebur en el monasterio de San Agustín para hablar de las grandes oportunidades que ofrece esta línea de negocio y para ello se contó con responsables institucionales, empresarios y expertos en la materia. Se evidenció que falta trabajo, pero las propuestas ya están sobre la mesa.

Los pueblos burgaleses cuentan con numerosas ventajas para atraer al turismo sénior, pero se deben explotar esas oportunidades. Comodidad y accesibilidad se convirtieron en dos de las palabras más repetidas, por lo que se insistió en conseguir mejores infraestructuras que ayuden a disfrutar de los espacios que se recorren. Cristóbal Gómez, guía turístico internacional, explicó que se necesitan inversiones del sector público para tener «buenos puertos de recepción» con baños, sombras, aceras, rampas, bancos, barandillas y aparcamientos. Puso como ejemplo de buen hacer a Castrojeriz, donde ha trabajado en la Oficina de Turismo y ha colaborado para que sea uno de los pueblos más bonitos del país.

Ramiro García, presidente del Consejo Regulador del Arlanza, manifestó que ahora muchos pueblos y bodegas no están adaptados y se requieren ayudas en ese sentido. Aunque se suele hablar de la accesibilidad para personas con discapacidad, las mejoras también sirven para gente de avanzada edad. Y destacó como ventaja del turismo sénior que no solo se concentra en los meses de verano, está presente todo el año y entre semana.

La flexibilidad de horarios se trata de otra de las cuestiones esenciales, tanto a la hora de ver monumentos como al acudir a bares y restaurantes. Carlos Nocentini, del Hotel Ceres y del Villa de Lerma, destacó la necesidad de establecer mesas de trabajo con todos los actores implicados y organizarse entre todos para ofrecer un mejor servicio. Mientras, Gabriel García, del grupo El Ventorro, habló de la necesidad de hacer actividades más allá del verano para atraer gente y de crear «espacios sociales» a través de dar un trato familiar, innovar y saber el límite de cada grupo.

Tampoco faltaron nuevas propuestas. Gema Alonso, vicepresidenta de la Asociación de Empresarios de Agencias de viaje de Burgos, habló de que se demanda descubrir espacios y otras experiencias. Eso sí, resaltó que también se deberían impulsar más iniciativas por la noche. «Como cenar y tener un poco de música», dijo. Por su parte, Alfonso Gil, director de los campos de golf de Lerma y Saldaña, insistió en potenciar este deporte para «poner a la provincia en el mapa» y no quedarse atrás en un sector por el que todas las localidades apuestan. También se puso sobre la mesa el senderismo.

Entre los asistentes había muchos jóvenes y propietarios de negocios -como casas rurales, hoteles o restaurantes- que quisieron dejar claro que a los pequeños pueblos también se les debe tener en cuenta y no hay que centrarse solo en los más grandes. Así, se habló de la importancia de abrir las iglesias y otros monumentos para los visitantes o del hecho de que la cobertura llegue por fin a todos. Tampoco faltó la propuesta de un sello de calidad de turismo sénior.