La Fiesta del Curpillos ha vuelto a tener su habitual resaca durante la madrugada del sábado. La Policía Local ha tenido una noche ajetreada como consecuencias de los excesos con el alcohol. En el entorno del parque del Parral y en otros lugares de la capital se han registrado numerosos incidentes y destrozos. 

Los efectos de la multitudinaria fiesta también se han visto desde el amanecer en el recinto del parque. Los servicios de limpieza del Ayuntamiento de Burgos se han tenido que emplear a fondo desde primera hora del día para retirar las toneladas de basura que se acumulaban por todos los rincones de este espacio, perteneciente a Patrimonio Nacional, y que mostraban, un año más, las secuelas de la celebración.