Diario de Burgos

Las denuncias en la zona azul de Aranda caen un 30%

L. NÚÑEZ / Aranda
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En 2023 se tramitaron 14.800 multas, frente a las 20.600 de 2020. Eso sí, los usuarios cancelan una parte notable pagando 3 o 6 euros. El Ayuntamiento analiza dónde compensar plazas a la adjudicataria

Las denuncias en la zona azul de Aranda caen un 30% - Foto: Valdivielso

Las denuncias en la zona azul de Aranda de Duero encadenan dos ejercicios de caídas. En 2023 se impusieron un total de 14.809, frente a las 19.692 de 2022 y las 20.599 de 2021. Esto implica que en los dos últimos años se ha registrado un descenso de prácticamente el 30%, según los datos que maneja la empresa adjudicataria del servicio.

La ordenanza que regula estos aparcamientos en la vía pública contempla dos tipos de infracciones: por estacionar sin tique o con un tique no válido o bien por aparcar durante un tiempo superior al que indica el justificante que los conductores colocan a la vista en sus coches o que han obtenido a través de la aplicación móvil. Pues bien, de las 14.809 denuncias que hubo el año pasado, 9.580 fueron por aparcar sin tique en la ORA y las 5.229 restantes por superar el tiempo por el que paga cada usuario. Una vez que los trabajadores de la empresa detectan cualquiera de estas dos infracciones, se inicia un proceso que puede culminar con multas de 90 euros, tanto por un motivo como por el otro. Así se establece en la ordenanza municipal. Ahora bien, un porcentaje considerable de estas denuncias acaban anuladas de forma voluntaria por los conductores, previo pago en unos casos de tres euros y en otros de seis. El resto, las que no se cancelan, siguen su tramitación por parte de la Policía.

Mientras, en el primer trimestre de este año ya se han registrado 3.304 denuncias, que se dividen de la siguiente manera: 965 en enero, 1.152 en febrero y 1.187 en marzo. Del total, 2.015 estuvieron motivadas por aparcar sin tique o con uno no válido y las otras 1.289 por sobrepasar el tiempo sin haber renovado el permiso, algo que gracias a la aplicación se empieza a corregir.

Este descenso en el número de denuncias en la ORA coincide con una menor recaudación para las arcas municipales, aunque con algunos altibajos. Así, de los 476.138 euros que se ingresaron en 2016 se pasó a 449.835 en 2017. Luego llegaron dos aumentos consecutivos: a 535.620 euros en 2018 y a 538.361 euros en 2019. Mientras, en 2020 se desplomaron a 254.642 euros (por el confinamiento domiciliario) y en 2021 remontaron a 562.204 euros. A partir de entonces, descendieron a 542.253 euros en 2022 y a 467.528 euros en 2023.

Cambios a la vista. Por otra parte, en el Ayuntamiento arandino analizan en qué calles ampliarán el número de plazas de la ORA para compensar las que se han eliminado en determinadas zonas. Por ejemplo, en los Jardines de don Diego, donde con las obras de remodelación y el ensanche de la acera sur se suprimirán en torno a una veintena de aparcamientos. Al menos así estaba contemplado en el primer proyecto. A ello se suman otras tantas en la calle San Gregorio o en la plaza Claret. También en la remodelada avenida Castilla han quedado menos plazas de la ORA al haber construido el carril bici. Por otra parte, se ha compensado una parte a la empresa adjudicataria en la calle Antonio y Manuel Cebas, donde recientemente han finalizado unas obras y se ha cambiado el modelo de aparcamiento en línea por el de batería para lograr más parking. Sin embargo, no se han ganado tantas plazas como se le 'debe' a la empresa y ahora toca analizar en qué barrios se crean.

Cabe recordar que en Aranda el sistema de la ORA se implantó en el año 1997 y está formado por seis distritos, en los que se incluyen calles como Miranda do Douro, Sol de las Moreras, San Antonio, la avenida de El Ferial o la plaza de la Ribera, en pleno centro de la capital ribereña. Al margen del cambio en Antonio y Manuel Cebas, la última ampliación se produjo en enero de 2022 al incorporar varios números de la calle Burgo de Osma (junto al centro de salud Aranda Sur) que figuraban en la ordenanza reguladora, aunque hasta ese momento la empresa que gestionaba el servicio no había instalado los parquímetros para realizar los pagos.