El confinamiento no les impedía ensayar juntos pero ellas tuvieron la idea. «Después de ver en la tele lo que hacía la gente le dijimos a nuestro padre que si podíamos salir nosotros también», explica Marta (14 años), que comparte el mérito con Julia (11 años).
Y dicho y hecho, ahora salen casi todos los días, primero acompañando con la percusión la dulzaina de su padre, pero están preparando un repertorio menos folclórico con sus instrumentos.
Marta, Julia y Héctor. - Foto: DB«Empezamos con el Himno de Aranda antes de los aplausos, para la gente salga», explica Julia, y Marta continúa el relato «entonces dejamos los instrumentos y aplaudimos porque esa es la cosa, dar nuestra música para los sanitarios que están dando la cara, y acabábamos con una canción típica, una jota, Paquito el Chocolatero o Sol y Sombra, que la gente incluso se animó a cantar».