Diario de Burgos

«Se hace justicia en parte, pero ya es algo»

F.L.D.
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Pilar López Quintana, hermana del jesuita burgalés, mostró ayer cierta «satisfacción» por la que se condena al excoronel Montano a 133 años de cárcel por el asesinato del religioso en El Salvador

Pilar López Quintana, hermana del jesuita burgalés asesinado, posa junto a su foto. - Foto: Luis López Araico

Cuando escuchó la noticia de que a uno de los asesinos de su hermano Amando López Quintana le habían condenado a 133 años, 4 meses y 5 días de cárcel, Pilar no sintió nada. Si acaso, reconoce, algo de satisfacción porque con su pequeña lucha ha conseguido hacer justicia, al menos en parte. Pero la herida sigue abierta y sabe que nunca se va a cerrar. La Audiencia Nacional hizo pública ayer la sentencia contra Inocente Montano, excoronel y exviceministro de Seguridad Pública de El Salvador, único acusado de la matanza de este burgalés, natural de Cubo de Bureba, y otros cuatro jesuitas que tuvo lugar en la Universidad Centroamericana (UCA) en noviembre de 1989.

El tribunal dio a conocer el fallo en una lectura pública en la que estuvo presente el propio Montano,  quien durante la vista oral se desvinculó por completo de aquellos crímenes. Los magistrados  le declaran autor de cinco delitos de asesinato de carácter terrorista y le imponen por cada uno de ellos 26 años, ocho meses y un día de prisión. Todos ellos, señala la sentencia,  «fueron urdidos, planeados, acordados y ordenados por los miembros del alto mando de las Fuerzas Armadas, órgano al que pertenecía Inocente Montano como viceministro de la Seguridad Pública». Él fue, concluyen, quien participó en la decisión por la cual se «transmitió la orden de realizar las ejecuciones al coronel director de la Escuela Militar», Guillermo Benavides, un mando medio que es el único condenado en El Salvador.

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