Diario de Burgos
Miguel Calvo

El retrovisor

Miguel Calvo


Mercado comatoso

11/07/2024

A sus 57 años de edad el actual Mercado Norte de la plaza de España en Burgos lleva en el corredor de la muerte desde 2018, cuando se anunció un nuevo proyecto, bautizado como Plaza Cubierta, mucho más moderno y ambicioso al abarcar también la reordenación urbanística de la zona, incluida la plaza de Hortelanos. 

Desde entonces solo hemos visto a pocos metros del edificio condenado las instalaciones de un mercado provisional terminado el verano pasado, todavía pendiente de una apertura que fue anunciada para finales del año pasado, después para el primer trimestre del actual hasta que llegó el ultimátum del inminente 15 de julio. Ahora parece que habrá que esperar semanas o meses para verlo funcionar.

Y mientras se trabaja en modificar el proyecto elegido para el nuevo mercado, el viejo, pendiente de su cierre definitivo y demolición, ha ido entrando en estado comatoso, sin recibir cuidados paliativos salvo una malla que protege de desprendimientos la cúpula del inmueble, con casi todas sus escaleras mecánicas averiadas, con una docena de puestos -los de los últimos de Filipinas-, que mantienen su actividad y con todos sus locales exteriores cerrados tras la última despedida de Dorothy & Peter. 

La construcción y apertura del actual edificio municipal también estuvo plagada de polémicas y dilaciones, en una atmósfera de poco entusiasmo y escaso fervor como entonces publicó la prensa local. El Ayuntamiento decidió levantarlo en 1962 para sustituir al bonito e insalubre mercado de la plaza de Santocildes. Con una superficie útil de 9.500 metros cuadrados y con la prohibición de colocar carros a su entrada, en la entonces llamada plaza de Burgos el nuevo mercado de abastos para la zona norte abrió finalmente el 19 de marzo de 1967, aunque su inauguración había sido fijada inicialmente para diciembre del año anterior. Comenzó a funcionar con la mitad de los 218 puestos habilitados, destinados a la venta de carne, morcillas, quesos, huevos, frutas y hortalizas, aceitunas, pescado de río, despojos, charcutería, ultramarinos y corderos y pollos en vivo.

Ante la indefinición y dudas, especialmente por su coste, de lo que algún día será el nuevo mercado ya se han alzado algunas voces que piden el indulto parcial para el viejo inmueble, proponiendo mantener su estructura básica y acometer una profunda remodelación del mismo, más allá de la que se llevó a cabo entre 1998 y 1999 en tiempos del alcalde Niño. Continuará.